El actor mallorquín cierra un año muy provechoso y arranca un 2022 con meses de trabajo por delante. | Fernando Lopez

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El actor mallorquín Marc Bonnín arranca 2022 por todo lo alto y con mucho trabajo. Y ello llega tras un 2021 en el que empezó a trabajar de manera profesional, por lo que «no me puedo quejar». El pasado, además, fue un año en el que también consiguió su primer premio por su trabajo actoral gracias al festival Evolution! y el corto Yéyé, por no hablar de el paso triunfante por el Festival de Málaga de El ventre del mar, cinta en la que participa, y el rodaje de su nuevo largometraje, 42 segundos, de Dani de la Orden y Àlex Murrull.
Bonnín, que vive en Madrid, explica que el 2021 «ha sido un muy buen año pese a todo». Además, destaca que «desde que acabé mi formación en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid) ha pasado solo un año hasta que he podido empezar a trabajar profesionalmente de lo mío, por lo que estoy contento».

En 2021, además, pudo viajar a Málaga con el equipo de El ventre del mar, cinta dirigida por Agustí Villaronga que arrasó con 6 biznagas. No obstante, las nominaciones a los Goya no fueron las esperadas, con solo una candidatura. Bonnín reconoce que «esperábamos más», aunque comenta que «ha habido muy buen cine español este año» y, a su vez, valora el título como «la peli más ‘villaronga’ de Agustí Villaronga» y opina que «hay poquísimas cintas que sean tan así». A su vez, reivindica el hecho de que sea «de las que menos presupuesto tenían de todas las candidatas», lo cual «tiene mucho mérito» y se alegra de que «la nominación que tiene, Mejor Guion Adaptado, sea para Agustí».

Película

Bonnín, asimismo, rodó en Andorra los últimos meses del año 42 segundos, cinta de Dani de la Orden y Alex Murrull con Álvaro Cervantes y Jaime Lorente como protagonistas. La historia habla del equipo de waterpolo español de los Juegos Olímpicos del 92. De la experiencia, Bonnín destaca «el muy buen grupo que formamos en el equipo con muy buena gente» y destaca que él juega a «waterpolo desde hace años», aunque comenta entre risas que pasaron «más tiempo fuera del agua que dentro para el rodaje».

Este año, por lo pronto, también ha comenzado muy bien para Bonnín. Estará trabajando en una importante producción como mínimo durante los primeros cinco meses del año de la cual, de momento, no podemos desvelar el título. El actor, no obstante, sí explica que «es un personaje muy alejado a mí mismo y me ayuda a seguir creciendo y trabajar en mis carencias, lo cual es muy importante». Toda la carne está puesta en este asador particular, pero se trata de uno que dejará muy buen sabor de boca.