Imagen promocional del octeto catalán femenino Roba Estesa, que actúa el 19 de este mes en Palma.

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El octeto femenino del Camp de Tarragona Roba Estesa reivindica «la femineidad» del color rosa y lo pone en valor en su tercer álbum, Rosa permanent, que el próximo miércoles 19 de enero presentarán en Palma dentro de la Revetla de Sant Sebastià 2022. Su actuación tendrá como escenario la Plaça d’Espanya.

Las Roba Estesa debutaron en 2017 con Descalces, al que siguió Desglaç, y poco antes de la pandemia publicaron un EP, Dolors, que dio las primeras pistas de su cambio de rumbo del folk acústico hacia las músicas urbanas y la introducción de la electrónica. Rosa permanent (Halley Records) supuso primero la sustitución de las fundadoras Clara Colom –acordeón y voces– y Alba Magriñà –batería y voces– por los fichajes Lídia Facerias –teclados, sintetizadores y percusiones– y Xerach Peñate –batería, programaciones y efectos–. Y, sobre todo, culmina un proceso de investigación y creación y un viraje hacia la música urbana y la electrónica en diez canciones producidas por Joan Borràs (Oques Grasses) y Ferran Casas (Est Oest), responsables también de Dolors, que mantienen, no obstante, la esencia acústica y folk de sus inicios.

Dicotomía

Este disco es «una mención al rosa, el color adjudicado a las niñas en la dicotomía con el azul de los niños, para darle la vuelta a esa imposición y poner de manifiesto y en valor que sí que es femenino», apunta una de sus siete componentes, Gemma Polo. «Rosa permanent sigue el camino iniciado en Dolors en la instrumentación, pues se mantiene el violín, el acordeón suena en los teclados y sintetizadores, y en las guitarras acústicas», apunta Polo, aunque «seguimos investigando la tradición oral, porque nos interesa, pero ahora la mezclamos con pop y rock». Y del ‘folk calentó’ de su primera época queda «la tradición popular catalana y la línea feminista, la llama, la revuelta que nos enciende por dentro y que hay que exponer», apunta la música.

Adalides desde sus inicios del feminismo, en Rosa permanent dan una vuelta de tuerca hacia el independentismo y la defensa del movimiento LGTBI+, denunciando las agresiones homófobas en Mostra l’animal, por ejemplo. Para Polo, la culpa es «de un sistema que perpetúa y legitima estas violencias», por lo que hay que «cambiarlo y derrocarlo», y en un grupo donde «la mayoría somos lesbianas» optan por «hablar desde las canciones, que es más sencillo que en las entrevistas». Se posiciona también Polo sobre el aumento de la violencia machista entre los más jóvenes, y de ello culpa a que «se le da voz en los espacios públicos a Vox y a gente que comparte su odio. Pero no se da la oportunidad de visibilizar el conflicto en los medios, por lo que hay que responder en la calle a esa violencia física y verbal, pero no individualmente, sino colectivamente».

Grito

Entonces, sus caras serán un océano, como canta en Oceà, el segundo sencillo de un álbum que incluye una cumbia –Un regal per a tu– que es un grito a hacer lo que salga del alma: «Generacionalmente no está socialmente aceptado y todas estamos llenas de conflictos y de traumas. ¡Libérate y vive el presente!», exclama la cantante. ¿Cómo sonará lo nuevo y lo viejo en directo? «Todo casa bastante bien», responde Gemma Polo. Una afirmación que los palmesanos y mallorquines podrán comprobar el 19 de este mes en las fiestas de Ciutat.