PALMA - El investigador y pianista Joan Círia profundiza en las artistas, sobre todo de la ópera, que desarrollaron sus carreras en los siglos XVIII y XIX. Joan Círia, investigador y pianista. | Pere Bota

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Su filosofía de vida se basa en la curiosidad, en no dejar pasar nunca una oportunidad para aprender algo. Esa actitud es la que ha llevado a Joan Círia (Felanitx, 1985) a descubrir tantos músicos y compositoras o bien desconocidas por completo, o invisibilizadas. Por ello, referirse a él como «arqueólogo musical» resulta tan pertinente. Tras rescatar del olvido a autores como Jaume Campins Pons (Alaró, 1830 - Palma, 1894) o Rosa Mestre (Palma, 1875 - 1972), Círia acaba de dar con el que «probablemente» sea el primer músico profesional nacido en Santa Eugènia: Sebastià Rigo i Roca (1798-1858).

Cómo llegó hasta él también es una historia interesante. Círia, que además de investigador es pianista, se interesó en visitar, en la primavera de 2019, la Casa Museu Llorenç Villalonga de Binissalem para poder ver el piano antiquísimo de Maria Teresa Gelabert, esposa del autor de Mort de dama. «Una vez allí, me comentaron que habían encontrado en unos cajones un montón de partituras manuscritas de los siglos XVIII y XIX sin catalogar. Un grueso importante de estos documentos pertenecían a Fra Patrici Rigo. Un desconocido para mí», cuenta.

Misterio

Así, Círia empezó a indagar acerca del misterioso nombre y descubrió que se trataba de Sebastià Rigo i Roca, nacido en Santa Eugènia en 1798 y fallecido en este mismo pueblo en 1858. Pudo saber que se formó en la Escolania de Lluc y que, a lo largo de su vida, cumplió como organista en la iglesia dels Socors de Palma, ya que profesó la Orden de Sant Agustí con el nombre de Patrici, y en la parroquia de su pueblo natal.

Sebastià Rigo i Roca
Detalle de un dibujo hallado realizado por Sebastià Rigo i Roca.

«Con la desamortización de Mendizábal de 1836 tuvo que dejar el convento de Sant Agustí de Palma y fue reubicado en la iglesia de Santa Eugènia, donde ejerció de organista y maestro de capilla», explica.

Muchos de los detalles que ha podido conocer Ciría surgieron, advierte, del propio Rigo, ya que en muchas de las partituras halladas anotaba alguna «pequeña información que daban pie a seguir indagando». Otra gran sorpresa, relata, es que el Ajuntament deSanta Eugènia tampoco tenía constancia de la existencia de este músico.

Ahora, para ponerle remedio, el Ajuntament ha editado el trabajo de Círia en un libro sencillo y divulgativo sobre su figura. En este sentido, Círia indica que, además de organista y maestro de capilla, probablemente también fue compositor.

«Las obras halladas se corresponden con música religiosa y seguramente son piezas que escribía para poder cumplir con su trabajo como organista», matiza. Por otra parte, si bien Círia no ha encontrado retratos de Rigo, sí que ha hallado algunos dibujos que realizaba.