Imagen de Daria Molteni y Miguel Eek. | Teresa Ayuga

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La figura autóctona tiene su papel en el Atlàntida Mallorca Film Fest. Los mallorquines Daria Molteni y Miguel Eek representan en el evento a toda la nueva generación de talento balear, que está asomando la cabeza por el agujero del cine español.

La directora estrenará este viernes en el CineCiutat su nuevo trabajo, Ovella, un largometraje colectivo codirigido junto a Marc Puig, Julia Marcos, Sergi Rubio. El filme trata la historia de un hombre criado como una oveja por un pastor senil. La trama gira en torno a esa aventura de búsqueda de la identificación de la identidad que emprende el personaje ovejil hasta realmente tomar conciencia de quién es dentro de un rebaño.

Por su parte, Miguel Eek, madrileño criado en la Isla, repite participación en el festival por tercera vez. Esta vez, con dos trabajos: La primera mujer y Próximamente últimos días. El primero narra la historia de Eva, una mujer con esquizofrenia que durante seis años estuvo en el hospital psiquiátrico de Palma. La protagonista quiere una segunda oportunidad para tener una vida normal. El segundo es un documental que narra la odisea del CineCiutat por sobrevivir en los últimos dos años. Se pasea por los entresijos de un cine cooperativo tratando de salir a flote en el panorama actual y con la COVID como colofón final.

Escena

Analizando la situación del cine balear, Eek y Molteni admiten que «hay luces y sombras». En lo positivo, Molteni comenta que «cada vez hay más gente de fuera que viene a rodar aquí; Mallorca tiene un naturalismo único e irremplazable y desprende un aura muy bella para todo lo que se vaya a desarrollar aquí». Mientras, Eek asegura: «Cada vez hay más producciones que están viajando fuera y esto hace que las Islas sean conocidas también como un lugar desde donde se cuentan historias». No todo es tan positivo y los dos creen que necesitan más apoyo. Declaran que «las instituciones no son del todo estables con su apoyo y eso debilita a una industria que es muy frágil. Realmente la situación no siempre permite realizar proyectos desde la Isla». Ambos saben que no es fácil, pero esperan que las instituciones apoyen con más firmeza a la cultura. Molteni cree que «tiene que haber un ancla sólida a la hora de dar esa seguridad. Y aportar confianza a la hora de desarrollar proyectos». El talento balear existe, pero necesita un paraguas.

Para los dos es un «placer enorme» estar en el Atlàntida. Con la situación actual, Eek ha encadenado más de ocho festivales online de algunos de sus trabajos y presentar en casa siempre es especial. El director reconoce que «llevo dos años gestando su película y poder presentarla en el marco de un festival como éste es un placer. No sé me ocurre mejor escenario». Molteni, emocionada solo con pensarlo, relata que «cuando supe que se iba a presentar en el Atlàntida y a proyectar en el CineCiutat fue brutal. Es el cine que me hizo amar el cine y para mí eso es impagable. Sé que me voy a emocionar muchísimo».

Futuro

No quieren mantenerse parados y de cara al futuro ya trabajan en distintos proyectos. La mallorquina dirigió, paralelamente a Ovella, su cortometraje Todas mis avispas, donde aparece su abuela como protagonista junto a la actriz Tamara Casellas, que ganó en Málaga el premio a mejor actriz revelación. Además, se encuentra en desarrollo de un largometraje del mismo y de un cortometraje rodado en las Islas que narra una experiencia personal. En palabras de Molteni: «La fuga de talento balear vuelva a conectar con la Isla y vuelva a trabajar aquí».

En cambio, Miguel Eek se encuentra desarrollando un documental que viene trabajando desde hace años. Con todo, en agosto montará otra producción que estuvieron rodando en primavera titulado Los hombres nuevos. Esta nuevo película habla de las nuevas masculinidades protagonizado por doce varones que buscan otra forma de ser hombres.

El talento balear está resurgiendo y el Atlántida sigue firme en su apuesta por ello.