Maria del Mar Escalas. | A.COSTA

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Maria del Mar Escalas (Cala Figuera, Santanyí, 1991) leyó ayer su tesis doctoral titulada La reforma de la capella del Santíssim de la Catedral de Mallorca. Antecedents i conseqüències de la intervenció de Miquel Barceló. Se trata de la primera tesis dedicada a la actuación del artista en la Seu, que se desarrolló entre el año 2000 y 2007. Su trabajo ha sido dirigido por Mercè Gambús, coordinadora científico-técnica de la Catedral. El acto tuvo lugar la mañana de ayer en la Sala de Graus del edificio Antoni Maria Alcover i Sureda de la Universitat de les Illes Balears.

«En un principio me centré en Miquel Barceló, pero a medida que avanzaba en el desarrollo de la tesis su figura quedó más en un segundo plano y fueron más protagonistas su intervención en la Catedral y este templo como espacio acogedor. Me interesaba sobre todo explorar el proceso y contextualizar su acción en sí», detalló ayer Escalas a Ultima Hora después de su defensa en la UIB. En este sentido, matizó, «me di cuenta que el contexto, tanto económico como social y político, fue muy propicio. La intervención de Barceló interesaba al Bisbe, a la Catedral, a los políticos, a los empresarios... Era también como una propaganda para Mallorca».

Sobre la polémica que envolvió este proyecto, que se inauguró el 2 de febrero de 2007, Escalas prefiere mantenerse al margen y no «mojarse», como ella misma reconoció. «A nivel científico, entiendo que pudiera haber polémica y que se pudiera pensar que su actuación fue invasiva, pero, por otra parte, hay que comprender que las catedrales, al fin y al cabo, son elementos vivos que evolucionan a lo largo de la historia en un diálogo con la actualidad. De hecho, las catedrales han sufrido modificaciones continuas por diferentes sucesos o necesidades. En este caso concreto, se quería modificar por una cuestión litúrgica, para adaptarse a las normas tras el Concilio Vaticano II», aclaró.

De cualquier forma, Escalas insistió en que «sin duda el tema de las intervenciones contemporáneas en edificios históricos es muy controvertido. Impera una visión conservacionista», afirmó. Precisamente, Escalas contó que «los miembros del tribunal señalaron que se tendrían que normalizar este tipo de actuaciones».

Libro

Escalas, que ha invertido casi cinco años en la elaboración de la tesis, avanzó que «la intención es adaptar el trabajo para publicar un libro divulgativo». «Andreu Villalonga, secretario del tribunal y profesor de Història de l’Art de la UIB, ya me dijo que se podrían hacer incluso tres volúmenes», contó Escalas, que advirtió que su trabajo se divide en dos volúmenes y cuenta con un total de 1.700 páginas.