Rivera asegura que en su último trabajo, Leyendas, hace realidad un sueño, puesto que le brinda la oportunidad de realizar duetos con grandes artistas de la música iberoamericana, a los que «siempre he admirado». Es más, agrega que «cuando pensé en los artistas con los que quería grabar pensé ‘uf, madre mía, algunos me van a decir que no’. Pero todos se apuntaron encantados, fíjate en mi cara en los videoclips, no puedo ocultar mi felicidad y admiración».
Desde que en 2011 aterrizó en España para enfundarse la piel de Simba, en uno de los musicales más exitosos de los últimos tiempos –El rey león–, Rivera no ha dejado de multiplicar su número de seguidores. Tras los exitosos El hubiera no existe (2013); Con ustedes Carlos Rivera en vivo (2015), un álbum en directo que glosaba sus diez años de carrera; Yo creo (2016) y Guerra (2018), Leyendas es su quinto disco de estudio. Pop, soul, funk, música disco y el folclore latinoamericano son los ingredientes con los que cocina el artista. «A veces comparo las carreras artísticas con la comida, todos vendemos una tarta dulce pero: ‘¿por qué preferimos una a otra?’. En mi caso, puedo decir que mi tarta tiene muchos ingredientes, y esa mezcla es quizá lo que la hace atractiva, esa mezcla soy yo, un artista que tiene un poco de todo», expresa el azteca.
En cuanto a su instinto lírico, maniobra bajo el influjo de artistas como «José Luis Perales, Camilo Sesto y Luis Eduardo Aute», así como de otros más cercanos geográficamente, como «Juan Gabriel, Franco de Vita y Tommy Torres». Con estos ingredientes, unidos a una voz privilegiada y una imagen atractiva, Rivera ha logrado posicionarse como una figura de impacto internacional. Su carácter humilde sobresale, también, entre sus atributos más destacables: «Es importante no perder nunca de vista que lo más importante para un artista es lo humano, soy una persona muy normal aunque también tengo mis locuras, como todos, pero me gusta ser genuino, la fama no me ha cambiado».
Canciones
Rivera grabó un documental donde narra el origen, creación y proceso de sus canciones. Esta grabación incorpora un concierto con el soporte orquestal, ni más ni menos que de la Orquesta Filarmónica de Londres, registrado en los míticos estudios de Abbey Road, el hogar de The Beatles. «La verdad es que cualquiera puede grabar allí, basta pagar la factura, pero que te dejen utilizar la marca Abbey Road es muy complicado y nosotros lo conseguimos, les conmovió la base de mi proyecto: que no importa de donde vengas porque puedes llegar a donde quieras». Antes de despedirse, anima a los mallorquines a asistir a su concierto: «Les prometo un show inolvidable».
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