El cineasta y director teatral José Martret posó en Madrid hace unos días para este periódico. | José Sevilla

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El actor y director teatral José Martret (Sometimes, 1971) participa hasta junio en la segunda Residencia Academia de Cine, lo que le permitirá escribir el guion de su primer largometraje, titulado Saturna. Además, prepara el regreso al Teatre Principal del montaje, Premi Ciutat de Palma, Guaret, basado en la poesía de Damià Huguet, que se podrá ver del 19 al 21 de marzo; y próximamente, en este mismo escenario, volverá a montar la ópera L’elisir d’amore de Donizetti con vestuario de Lorenzo Caprile.

¿En qué consistirá Saturna, el proyecto de su primer largometraje?
— Ahora estamos en la fase de tratamiento. Durante el confinamiento, opté a la segunda residencia de la Academia de Cine. Durante diez días trabajé en casa en una sinopsis, un tratamiento y una carta de presentación para una película que me rondaba por la cabeza desde hacía dos años. Al final, en la Academia recibieron 950 propuestas como la mía y aceptaron 20. Yo quedé el 21. Creí que, dadas las circunstancias sociales y laborales, nadie renunciaría a su beca, pero hubo una baja y al final accedí.

En la segunda edición de Residencias Academia de Cine, ¿en qué consiste su trabajo?
— Entre febrero y junio iré desarrollando el proyecto y escribiendo el guion de Saturna con ayuda de mi mentora, Belén Funes, directora de La hija de un ladrón, a la que puse como referencia en mi carta de motivación. Ya he tenido una primera mentoría con ella y le encanta el proyecto. También tengo masterclass y encuentros con directores. Ya he estado con Rodrigo Sorogoyen, Paco Casas y Borja Cobeaga.

Entonces, cuando acabe la residencia tendrá el guion de la película lista para rodar.
— Tendré un guion y estaré preparado para la venta del proyecto. Al final, en junio nos reuniremos con productores y directores de plataformas que vendrán a escucharnos y puede que entonces fragüen los proyectos.

¿Cuál es el argumento de Saturna?
— Saturna es una mujer de 65 años, que lleva 40 casada con Benigno y 38 años trabajando con él en un exitoso bar de Lavapiés; pero ellos hace 17 años que no se hablan ni siquiera se miran; no se soportan. Y de repente un día, a la hora del desayuno, Benigno cae muerto; es entonces cuando se abre un universo de múltiples opciones para Saturna, que podrá elegir qué camino tomar.

Hace 26 años aterrizó en Madrid con la idea de dedicarse al cine, rodó el corto Todas y lo presentó en Cannes. Luego llegó la crisis y eso frenó su primera película.
— Ese proyecto sigue paralizado. He dado un paso con Saturna. Ese 2007, con otro mallorquín, Paco Tomás, preparamos On the rocks para la tele. Fuimos a las televisiones a presentarlo de la mano de Magnolina, la productora de Cámera Café, pero no fraguó. Entonces, el teatro me abrió las puertas en Madrid, primero con Secun de la Rosa y, al final, abrí La Casa de la Portera.

¿Qué supuso para usted ese corto, Todas?
— Fue el inicio de ese sueño de dedicarme al cine. Fue todo precioso. Se vio en más de 150 festivales y nos dieron premios.

Está el Consejo Asesor del Centro Dramático Nacional (CDN).
— El Consejo Asesor del CDN está formado por cuatro personas, incluyendo a la programadora de la sala Beckett de Barcelona, la menorquina Aina Tur. Nos encargamos de leer las propuestas de dramaturgos que nos llegan y una vez al mes nos reunimos con el equipo directivo del CDN: Alfredo Sanzol, Fefa Noia y Fernando Sánchez-Cabezudo para explicarles qué obras optan a representarse en los teatros Valle-Inclán y María Guerrero. Luego es Sanzol quien las selecciona.

En enero recibió el Premi Ciutat de Palma de Teatre por la obra teatral Guaret, basada en la poesía de Damià Huguet. ¿Qué significó para usted este galardón?
— Fue un premio muy emocional porque reconoce la labor durante muchos años del actor Pedro Mas, productor de Huguet y amigo mío desde hace más de 30 años. Pedro me propuso este espectáculo íntimo que habla de él y de su infancia, a lo que unía la poesía de Huguet. La familia de Damià Huguet nos abrió las puertas y facilitó material de su padre para diseñar este espectáculo, más que artesanal, que está muy cerca del público al que mira a los ojos.

Ahora preparan el reestreno de Guaret en Palma.
— Estaremos con Guaret en el Teatre Principal los días 19, 20 y 21 de marzo. Además, en 2019 en Mallorca dirigí la ópera L’elisir de amore y la obra La Malcontenta, basada en una novela de Sebastià Alzamora, y que fue un éxito de público y crítica. La protagonizó Agnès Llobet que recibió un premio a mejor actriz. A Rafa Gallego y a mí nos dieron el galardón a la mejor adaptación

‘L’elisir de amore’ de Donizetti iba a volver al Teatre Principal en marzo, pero se aplaza por las restricciones de público debido a la pandemia.
— Próximamente regresará al Principal. Ahora, con solo el 30% de público no es posible, ya que manejamos 80 actores en el escenario. En 2019, L’elisir de amore fue otro éxito. Contamos con el vestuario de Lorenzo Caprile; la escenografía de Alessio Meloni, que trabaja con Miguel del Arco; y David Picazo en la iluminación, un equipo que me traje de Madrid.