El exdirector del Teatre Principal de Palma, Carlos Forteza. | Joan Torres

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«Por suerte, la memoria es selectiva y yo me quedo con lo bonito de la experiencia que fue dirigir el Teatre Principal de Palma. Me llama la atención que esto no haya visto la luz hasta ahora, cuatro años después, cuando se podría haber solucionado de otra manera.

Alguien quiso tapar ese agujero de 130.000 en la caja del teatro, no se quiso dar luz a esa irregularidad». Así de contundente habla quien fuera el director del Principal entre 2016 y 2019, Carlos Forteza, sobre el descuadre millonario en la caja, que hoy por hoy, es objeto de investigación por parte del Tribunal de Cuentas de Madrid, tal y como informó en exclusivas Ultima Hora este pasado lunes.

Un estudio de las cuentas del Principal, que la institución encargó a una empresa auditora externa, reflejaba que en los libros de contabilidad del teatro se detallaban importes por ventas y recaudación en taquilla que debían estar en caja, aunque no se localizaron un total de 130.000 euros. «Hubo una mala praxis», prosigue Forteza. En ese mismo informe se indicaba también que durante los años 2013, 2014 y 2015 «el PP no auditó las cuentas, a pesar de que estaba obligado a hacerlo porque es lo que dice la ley», añade. «Es imposible que hubiera ese efectivo en el teatro, es demasiado dinero. Yo no soy quién para especular en este sentido, hablamos de algo muy serio o para decir de dónde viene ese dinero y dónde está ahora, eso lo tendrán que esclarecer las investigaciones que se están llevando a cabo».

La exadministradora del teatro, Eva Martínez, no se lo pudo fácil, según relata Forteza. «No nos quería facilitar la información, era una persona muy compleja y obtusa. En mi opinión, no estaba capacitada para desarrollar su trabajo. En una ocasión nos presentó un informe de las cuentas en un papel escrito a mano que luego rompió delante de nuestras caras [Forteza y la directora adjunta, Mònica Pérez]».

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Finalmente, «y aunque yo pedí que fuera un despido procedente, se llegó un acuerdo con Eva Martínez y salió del teatro con algo más de 70.000 euros de indemnización, un dinero que salía de todos nuestros bolsillos, de las arcas públicas, algo que me pareció indecente».

Nadie lo puso fácil, en realidad. «El Patronato tenía conocimiento de ello, yo no era el presidente [lo era Francesc Miralles, vicepresidente y conseller de Cultura del Consell de Mallorca entre 2015 y 2019], y no podía tomar la decisión de informar sobre esta situación», sostiene el exdirector.

Caos

«Cuando llegamos al Principal, lo que nos encontramos allí fue caótico, todo era un caos», continúa explicando Forteza. Ahí entran los trabajadores sindicalistas, que en ese momento «no hicieron nada respecto a la situación de la administradora, no se mojaron y no movieron un dedo para que se la despidiera por todo lo que estaba pasando».

La última palabra la tendrá en Tribunal de Cuentas, «entonces todo se esclarecerá», concluye Forteza.