Las puertas de la Sala Augusta (Palma) estarán cerradas por el momento. | Jaume Morey

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Mallorca, junto al resto de las Islas, se encuentra desde este lunes en la fase 2 de la desescalada anunciada por el Gobierno, aunque en lo que al ámbito cultural se refiere lo hace a medio gas, o incluso a ralentí, con cines y teatros todavía cerrados, a la espera de que las medidas sanitarias garanticen la seguridad y viabilidad de su retorno. Por otro lado, museos, librerías y bibliotecas van poco a poco recuperando su actividad y comienzan a hacer concesiones a la libertad de sus usuarios.

Las puertas del Casal Solleric de Palma abren de nuevo este lunes para los visitantes, convirtiendo al centro en el último inquilino de la nueva normalidad en el ámbito cultural.

Lo hace con una reducción de su aforo, separado en las distintas salas del centro. Su directora, Aina Bauzà, explica que «abrimos con muchas ganas y optimismo», retomando las exposiciones aunque entre medidas de seguridad e higiene que incluyen dispensadores de gel hidroalcohólico, el uso obligatorio de mascarillas y guantes. Los visitantes «podrán moverse libremente por las salas», aunque teme que «se pierda algo de la interacción con las obras».

Consultas

El Arxiu del Regne de Mallorca también se encuentra en funcionamiento. Desde ayer recibe consultas tanto presencial como telemáticamente, para las que hay que pedir cita previa. A diferencia de estos espacios, museos como Es Baluard o la Fundació Miró Mallorca, entre otros, aplazan su actividad hasta el 2 de junio.

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Y mientras unos van a medio gas, los espacios de ocio como cines y teatros siguen totalmente detenidos. Aficine mantiene sus persianas bajadas, a la espera de estrenos por parte de las distribuidoras y un aforo mayor al del 50 %, algo que prevén a finales de junio o principios de julio. Y desde CineCiutat sostienen una postura similar, sin intención de abrir por el momento. Lo mismo se percibe en Cinesa y sus salas del Mallorca Fashion Outlet, así como en Artesiete y Fan Mallorca, sin noticias de ninguna reapertura.

Escena

Las salas de teatro, por su parte, calientan motores pero mantienen sus telones bajados. El Principal de Palma prevé reabrir en agosto y en el Auditòrium de Palma se encuentran a la espera de que las restricciones de aforo y las limitaciones en cuanto a viajes y disponibilidad hotelera se suavicen para plantear su vuelta con la llegada de los artistas.

Mientras, en el Teatre del Mar programan una temporada con 14 proyectos en marcha, pero que arrancaría a partir de julio, mismo mes que se baraja en el Teatre Sans, aunque no hay nada seguro. En cuanto a los teatro municipales y otros como Trui Teatre, de momento, permanecerán cerrados.

Por último, las bibliotecas también ven cambios importantes con la llegada de la fase 2, como la posibilidad de acceder a las salas de lectura, aunque siga sin estar permitida la búsqueda física de ejemplares por parte de los lectores. El BOE también recoge la posibilidad de utilizar ordenadores destinados al público, así como la recuperación del préstamo interbibliotecario, añadiéndose a acciones ya permitidas en la fase 1.

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