Los lectores no pudieron salir este jueves a las calles a comprar libros ni rosas. | Teresa Ayuga

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El Sant Jordi más «extraño» y «atípico». Autores, libreros, editoriales e instituciones coincidieron en que este Dia del Llibre fue el más inaudito. Ha pasado más de un mes desde que se decretara el estado de alarma y los lectores no pudieron salir este jueves a las calles a comprar libros ni rosas.

Sin embargo, muchas librerías repartieron decenas de ejemplares para que grandes y pequeños pudieran disfrutar de nuevas lecturas. Entre ellas se encontraba, por ejemplo, Llibreria Lluna, regentada por Maria Barceló –presidenta en funciones del Gremi de Llibreters–, que hasta la última hora de la tarde del miércoles preparaba paquetes.

«Algunos clientes que nos pedían recomendaciones, mientras que otros nos encargaban títulos. Además, cuando se trataba de los más pequeños, les enviamos fotografías por WhatsApp para que se decidieran», explicó Barceló, quien advirtió que «en general la gente está muy concienciada de lo que sufrimos las librerías y nos está apoyando mucho».

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En este mismo asunto coincidió Glòria Forteza-Rey, de Embat, que desde hace varios días sigue atendiendo pedidos a diario, sumando ya «unos 300 en total». En concreto, por Sant Jordi atendieron casi un centenar de peticiones. A su vez, la responsable de Embat junto a Francesc Sanchís, avanzó que «la semana que viene abriremos una librería online».

Sorpresa

Ingeniosa era la propuesta de Rata Corner, que ofrecía la posibilidad de entregar un «libro sorpresa» a partir de un formulario que tenía que rellenar el lector con sus gustos e intereses. A ello, además, le sumaban la opción de conceder una rosa junto al volumen. «Hemos realizado más de 400 pedidos por Sant Jordi, que hemos ido repartiendo a lo largo de toda la semana para no saturar la mensajería», detalló Miquel Ferrer, reponsable de Rata Corner junto a Edy Pons, que ayer distribuyeron a pie unos 80 libros y rosas por domicilios de Palma.

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Por otra parte, otras como Quart Creixent o Llibres Ramon Llull anunciaban en redes que no realizarían ningún reparto pero agradecían los encargos recibidos por correo electrónico o WhatsApp, pedidos que el cliente podrá recoger una vez puedan abrir sus puertas.
Entre los títulos más solicitados este Sant Jordi destacan los mallorquines Reis del món, de Sebastià Alzamora y Quan el cel embogeix, de Antoni Vidal Ferrando; Pequeñas mujeres rojas, de Marta Sanz; A corazón abierto, de Elvira Lindo y Boulder, de Eva Baltasar, entre otros.

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Además, también subrayaron una «gran variedad» de títulos del género infantil y de temática feminista.

Editoriales como Nova Editorial Moll o Dolmen también realizaban envíos. Esta última, además, lo hacía con ejemplares con «dedicatorias confinadas» que incluían a autores como Vicente García, Házael González, Javier Matesanz e Isaac Sánchez. Parecida fue la sugerencia del Clúster de Còmic –en colaboración con Univers del Còmic y Metrópolis–, con dibujantes e ilustradores como Nívola Uyá, Rafel Vaquer, Bartolomé Seguí
En cuanto a las instituciones, Govern, Consell y Ajuntament de Palma llevaron a cabo varias actividades e iniciativas. El Institut d’Estudis Baleàrics (IEB) invitó a los lectores, a través del hashtag #SantJordiIEB, a compartir un vídeo de una historia original a partir de una obra de autores de las Islas. Además, la consellera Pilar Costa recomendó en redes la última novela de Alzamora y la delegada de Cultura Catalina Solivellas, la de Jaume C. Pons Alorda, Ciutat de mal.

El Consell, a través de la Fundació Mallorca Literària, lleva a cabo diferentes propuestas durante esta semana. Entre ellas destaca el proyecto de relatos colectivo Escrit a casa, que arrancó ayer por la tarde con Sebastià Portell, la ilustradora Antònia Montroig y el actor Joan Miquel Artigues. El Ajuntament de Palma ofreció en la página Palma Cultura Oberta una degustación de los textos ganadores de los Ciutat de Palma de novela y poesía: Tània i els vius, de Joan Pons Bover, y Estimar Nick Kamen, de Raquel Casas, respectivamente.

Colectivos

Con todo, no solamente los agentes implicados específicamente en el sector editorial quisieron participar en esta jornada especial. El equipo de Es Baluard, por ejemplo, compartió sus recomendaciones en redes e invitaba a participar a los usuarios a través de #EsBalcóDeLectura. Su directora, Imma Prieto, advirtió que «la lectura, como el arte, es el alimento de la mente y el corazón».

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La Clínica Rotger obsequió a sus pacientes con rosas y ejemplares del libro de Tomeu Català I si decidesc viure? «para luchar contra el dragón que es este virus, que venceremos entre todos», apuntó Francisco Ferrer, responsable de comunicación de la Rotger. A pesar de ser el colectivo más vulnerable, ancianos de residencias de mayores –como la de la Bonanova, Oms-Sant Miquel o la Llar d’Ancians– participaron en talleres de manualidades para fabricar sus propias rosas y puntos de libros. Deportistas como el futbolista Joan Sastre o la jugadora de baloncesto Gaby Ocete también publicaron vídeos con sus libros preferidos.

Sin duda, el de este jueves fue un Sant Jordi inolvidable.