La Orquestra Simfònica interpreta la ‘Gran Partita’, «puro Mozart». | OSIB

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La Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB) sigue activa a pesar de los tiempos de confinamiento por la COVID-19. La formación que dirige Pablo Mielgo no tardó en adaptarse a esta situación crítica y desde que se decretara el estado de alarma, sus músicos comparten en redes sociales vídeos en los que interpretan algunas piezas. Además, también lo hacen de forma grupal, cada uno desde su domicilio. Así, después de que el pasado 1 de abril lanzaran una grabación de La Mort d’Ase, de la suite Peer Gynt, compuesta por Edvard Grieg e interpretada por un total de 34 músicos de cuerda; la Simfònica lanza hoy otro con 14 instrumentos de viento. Se trata de los dos últimos movimientos de la Serenata núm. 10 ‘Gran Partita’ de Mozart.

«La obra es puro Mozart, es un divertimento. Es una serenata para pasar el tiempo, que es lo que ahora mismo nos sobra», declara Mielgo sobre esta nueva iniciativa, que forma parte de la campaña #SonemPerTu, que tiene por objetivo que la Simfònica «esté más cerca que nunca de los ciudadanos de todas las Baleares».

En este sentido, el gerente de la OSIB, Pere Malondra, insistió en incluir a todas las Islas «ahora más que nunca» en esta «vocación» de proximidad de cara a estos meses. «Son tiempos extraños y cambiantes. No sabemos cuándo empezaremos la actividad normal, pero tenemos que estar presentes de la mejor manera posible, a través de las redes en este caso, por lo que seguiremos subiendo vídeos», añade Malondra.

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De hecho, Malondra y Mielgo avanzan que ya están preparando una nueva filmación, que publicarán la semana que viene y que será el primero en el que participará la Simfònica al completo, que ejecutará la pieza Bolero, de Ravel.

«Es un poco locura, pero ya estamos más acostumbrados a montarlo todo, ya tenemos la experiencia de los otros vídeos», reconoce Malondra.

Asimismo, Mieglo apunta que «la semana que viene empezaremos con el acercamiento a las distintas figuras de la orquesta». «Algunos músicos irán charlando con abonados y público en general para que así se nos conozca en pequeña distancia. Así, todos aquellos que siempre han querido saber, por ejemplo, qué hace un director o un gerente, podrán preguntarlo. Utilizaremos la anomalía para sacar la parte más positiva, pues es algo que no sucedería en circunstancias normales», detalla.

De cara al futuro, Malondra advierte que «podría ir por etapas y, en un primer momento, el aforo podría ser limitado, lo cual nos fuerza a trabajar en un programa para llegar a la máxima de gente posible; no sé si con la totalidad de la orquesta o una parte reducida, pero tenemos que llegar al máximo de ciudadanos».