El escritor Pablo Martín Sánchez, en una imagen promocional.

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Pablo Martín Sánchez es un escritor barcelonés que está confinado ahora mismo en Palma. En octubre estaba previsto que la editorial Acantilado publicara su nueva novela, Diario de un viejo cabezota (Reus, 2066), que escribió en 2018 durante un confinamiento voluntario de 99 días en la residencia de autores de la Fundación Jan Michalski en Suiza. Y este nuevo libro de Martin Sánchez es «una novela de anticipación», que narra los 99 días que pasó confinado su protagonista, desde el día de San Juan hasta el 30 de septiembre, en un centro psiquiátrico en una ciudad distópica.

Cuando habla de una novela de anticipación, se refiere al género en el que mira hacia un futuro probable. En 2018, una pandemia parecía ficción. Hoy, es una realidad y, efectivamente, Martín Sánchez se ha anticipado a un futuro muy cercano que ahora se palpa.

Muertos

«En mi novela hay una pandemia de marburgo, una enfermedad muy letal con 30 millones de muertos en Europa y que conlleva la III Guerra Mundial. Todos tienen que abandonar el continente y la Península Ibérica se convierte en una base militar», explica a grandes rasgos el autor. El punto de partida es tan similar al contexto actual que hasta el propio autor se reconoce desconcertado y advierte que no sabe qué recibimiento tendrá en las librerías.

«El libro tenía que salir en octubre y ya estaba entregado a la editorial. Ahora en marzo y abril teníamos que maquetar para tenerlo listo antes de verano. Pero ahora, no sé si añadir algo más. Creo que esto es un punto de inflexión», reflexiona el autor, que también ha escrito las novelas El anarquista que se llamaba como yo y Tuyo es el mañana, tambien publicadas en Acantilado.

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La novela de Martín Sánchez está a punto de llegar a las librerías en un contexto en el que las distopías parecen hacerse realidad: «Pensábamos que llegaríamos a la distopía por la política y al final ha sido por un acontecimiento vírico sanitario. Todo afecta a nivel geopolítico. En esta sociedad globalizada, el miedo se contagia mas rápido», señala. Y no es que Martín Sánchez se haya sumado a una moda por llevar las enfermedades virales a la literatura, que probablemente sean un aluvión dentro de un año: es que se ha adelantado a los acontecimiento.

El escritor se encerró 99 días en una cabaña en la Fundación Jan Michalski en Suiza, «una situación magnífica porque se uno puede encerrar para escribir pero hay una biblioteca común, comedor y sala de estar». En ese encierro escribió esta novela «que es un diario de un anciano de 89 años en tiempo real. Los dos primeros meses de encierro estaba bien pero el último me pareció excesivo y agobiante. La sensación de confinamiento al escribir me permitió escribir la novela y me preparó después para este encierro», dice.

Este traductor y profesor de narrativa del Ateneu Barcelonés vino a Palma después de que le anularan las clases en Barcelona para estar con su pareja. «Entonces se anunció el estado de alarma y me quedé en Palma con ella».

Traducción

Desde Palma trabaja en la traducción de la novela Una presencia ideal, de Eduardo Bertis, del francés al castellano que transcurre «en un hospital de cuidados paliativos. Es una novela distópica y hospitalaria», dice el autor, a quien parece que la ficción que le rodea se convierte en realidad. Escrita en una residencia médico-literaria, esta novela se publicará en la editorial Alianza.

El encierro del coronavirus sirve para que Martín Sánchez siga adelante con esta traducción que se trae entre manos.