Entrevista al actor Antonio de la Torre en Palma. | M. À. Cañellas

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Es el actor con más nominaciones de la historia de los premios Goya. El primero fue a mejor actor de reparto con su primera película, AzulOscuroCasiNegro, de Daniel Sánchez Arévalo en 2007, y el último, que le valió el Goya a mejor actor protagonista en esta edición de los galardones, El reino, de Rodrigo Sorogoyen. Este miércoles Antonio de la Torre (Málaga, 1968) protagonizó en Palma un encuentro con el público para, después, presentar el pase de este filme en el patio de La Misericòrdia. El acto fue la inauguración del ciclo Cine Viajero, una iniciativa conjunta de B The Travel Brand y la Fundación Academia, con el apoyo de la Mallorca Film Commission.

De la Torre apareció puntual a la cita con sus fieles seguidores, que le recibieron calurosamente. El actor recordó sus inicios como intérprete, que se mezclan con su carrera de periodista deportivo en Canal Sur, cuyo «germen» se gestó en una compañía de teatro cuando cursaba cuarto curso de EGB. Una etapa vital que destacó fue como alumno en los años 90 de la escuela de interpretación de Cristina Rota. De la Torre se reconoció como «un privilegiado», pues «solamente el ocho por ciento de los actores pueden vivir de su trabajo».

El componente político es muy importante en su carrera, donde también destaca su papel de Pepe Mujica, el expresidente de Uruguay, en La noche de 12 años. Respecto a su última cinta, El reino, De la Torre insiste en que «Manuel López Vidal [el protagonista del filme, vicesecretario autonómico que ve peligrar su carrera por una trama de corrupción] es uno de nosotros» y detalló que el equipo de la película recibió asesoramiento por parte de políticos, algunos implicados en tramas de corrupción y periodistas, uno de ellos el fallecido exvicepresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien De la Torre quiso homenajear. «Su ayuda fue muy especial, le mandamos el guion y nos contestó con un extenso documento en PDF con anotaciones y consejos. Estoy convencido de que tenía un gran guionista dentro, era muy inteligente y cinematográfico», asegura. Respecto a la actualidad política, el actor reconoció que «hay un nuevo escenario que ha cambiado y que obliga a los pactos, eso me parece un hecho incontestable. La corrupción me parece un cáncer, algo lacerante. Por suerte hay una lucha y hay muchas causas que se están abriendo; ya ha habido muchos imputados, Palma también ha tenido su dosis correspondiente».

«Si un país tiene una corrupción a nivel sistemático, como ha sucedido con un partido político que ha sido condenado y que ha perdido el gobierno por culpa de eso, es que de alguna manera la sociedad es permeable, es porosa ante este tipo de actitudes», proclamó.

«Los políticos son de los nuestros, están en nuestros pueblos y ciudades y les votamos. Siempre me ha parecido muy inmadura esa actitud de ‘a mí la política no me importa’, porque el estar vivo ya es un hecho político», advirtió. En este sentido, añadió que «España tiene un veinte o veinticinco por ciento de economía sumergida, por lo que estas conductas beben de ese caldo y se ven como algo normal».

En este contexto, el intérprete recordó que «en el devenir de la historia, cuarenta años democracia no es nada y venimos de una dictadura larga. Estos cambios profundos no se hacen de un día para otro, es un proceso largo, el panorama del 15-M sale a la luz hoy con este nuevo mapa político».