La escritora Antònia Vicens recibe el XIX premio Jaume Fuster, acompañada de Sebastià Portell y Bel Olid. | Europa Press

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La poeta mallorquina Antònia Vicens ha ganado este jueves el XIX Premio Jaume Fuster, que concede el colectivo de autores de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana (AELC), por «la calidad de su obra, la importancia de la trayectoria y su compromiso».

La presidenta de la entidad, Bel Olid, que ha entregado a Vicens un diploma y una pluma conmemorativas, ha mostrado su satisfacción porque otros escritores hayan escogido a la autora de la novela «39º a l'ombra» y ha recordado que siempre ha estado muy vinculada a la asociación, de la que fue presidenta y vicepresidenta.

El escritor mallorquín Sebastià Portell, que es autor de «Antònia Vicens. Massa deutes amb les flors», se ha encargado de pronunciar una glosa en la que ha afirmado que la premiada «ha edificado un corpus místico como pocos autores han construido en la literatura europea contemporánea, asimilable a la de Blai Bonet, Maria-Mercè Marçal, Sophia de Mello, o los escritores santos, sus primeras lecturas».

A su juicio, es una autora que «ha tenido muy claro que el escritor debe saberse poner tanto en la piel de un hombre como de una mujer, o de un animal, o en palabras de ella misma, del Diablo» y ha opinado que es alguien que ha practicado «la libertad personal, la escritura radicalmente libre».

Vicens, nacida en Santanyí en 1941, ha agradecido la distinción, no ha obviado que es «especialmente emotiva» por la larga vinculación que mantiene con la AELC y porque se trata de un galardón fruto de los votos de otros escritores.

También ha tenido buenas palabras por la glosa de Sebastià Portell, quien ha recordado que gran parte de su obra incluye, poesía, novelas, relatos o memorias, aunque ha resaltado: «siempre estoy centrada en el libro que estoy escribiendo, olvidándome de todo».

Respecto de ser una escritora libre, ha indicado: «cuando era joven miraba a las mujeres y no quería ser una mujer. Miraba a los hombres, y no quería ser un hombre. Y entonces pensaba que si escribía podría encontrar otra manera de vivir, de ser un ser más libre que un hombre o una mujer».

Con la palabra «me hice mi libertad», ha asegurado la escritora quien ha considerado que «hoy todavía hay palabras que no las podemos decir, pero las podemos escribir».
«Los escritores -ha opinado- siempre debemos escribir con mucha autenticidad, ya que solo así podemos salvar no sólo la vida, sino también la literatura».

El premio Jaume Fuster, que el año pasado obtuvo Francesc Parcerisas, quiere poner en relieve el conjunto de la obra de un escritor o escritora de la literatura catalana, así como su influencia.

A lo largo de los años, los distinguidos han sido Jesús Moncada, Quim Monzó, Jaume Cabré, Maria Antònia Oliver, Carme Riera, Feliu Formosa, Joan-Francesc Mira, Montserrat Abelló, Maria Barbal, Màrius Sampere, Emili Teixidor, Josep Vallverdú, Isabel-Clara Simó, Jaume Pérez Montaner, Joan Margarit, Carles Hac Mor y Jordi Pàmias.