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La biblioteca digital gratuita textos.info nació hace unos pocos años con un objetivo tal vez romántico: que a nadie le falte un libro. Ahora, tres años después, son ya más de un millón los libros leídos y descargados, y casi un millón de usuarios al año los que disfrutan de esta iniciativa con sello balear.

Pero, ¿cómo se gestó la idea? Este martes, 23 de abril, Sant Jordi y Día del Libro es un momento idóneo para contarlo.

La empresa emergente de promoción de la lectura abierta por el menorquín Eduardo Robsy ha ido avanzando con una idea, «que no haya barreras ni físicas ni económicas en el acceso a la cultura», posibilitando que las mejores obras −al menos los clásicos, los que están libres de derechos− estén disponibles gratuitamente desde cualquier punto del mundo de forma inmediata.

Robsy, economista de carrera y enamorado de la lectura, explica que la idea nació durante un viaje por Perú, cuando recaló en la isla de Amantaní, en el lago Titikaka, donde se alojó con una familia de la pequeña comunidad quechua.

Allí conoció a un niño de diez años muy aficionado a pasar su tiempo entre las historias en papel, aunque el pequeño estaba triste: ya se había leído todos los libros de la isla y no podía acceder a nuevas obras, llenas de emocionantes enseñanzas.

Esa situación le pareció inconcebible a nuestro emprendedor, y entendiendo que otra mucha gente podía estar en esa situación y no tener acceso a los libros, Robsy decidió actuar. Años después echó a andar su biblioteca virtual gratuita, una plataforma colaborativa internacional.

En la actualidad, y con un trabajo constante y diario de renovación de su oferta lectora, más de tres mil personas visitan cada día la web para consultar, leer o descargar obras, con usuarios en México, España, Colombia, Argentina, Estados Unidos y Perú.