Tomeu Català, presidente de Projecte Home. | Pere Bota

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La Seu acogerá el tradicional concierto de Semana Santa organizado por Projecte Home Balears, el próximo lunes 15 de abril, a las 20.30 horas. En esta ocasión, se interpreta una de las piezas más conocidas de la historia de la música, que es el Rèquiem de Mozart. Correrá a cargo de la Orquestra Simfònica de Balears, la Coral Universitat de les Illes, la Coral de la Universidad de Valladolid y los solistas Karina Flores, Francisco Corujo, Simón Orfila y Anna Pennisi. Hablamos con Tomeu Català, presidente de la citada institución.

¿Cómo surge este evento?
—Esta es la décima edición. Hace poco firmamos un convenio con la Catedral para unos cuantos años y asegurar este evento. Además, es la reafirmación tanto de la Simfònica como de la Coral Universitat. Son los tres puntos fundamentales gracias a los que este concierto se ha convertido en tradición. Siempre se han interpretado réquiems. Esta vez es el turno de Mozart, el cual repetimos ya que es el primero que se hizo.

¿Por qué se decantaron por esa composición?
—Como es durante la Semana Santa, pensamos que era lo más apropiado para hacer dentro de la Catedral. Queríamos que se convirtiera en un evento clásico de esta festividad y lo hemos conseguido.

Se trata de un concierto benéfico.
—Sí, todos los fondos recibidos irán destinados a Projecte Home. Ahora mismo, tenemos más de 500 usuarios, a los que hay que añadir el soporte a la familia y el seguimiento de las personas en tratamiento. Esto requiere de un grueso económico muy potente. Intentamos que más o menos el 50 por ciento sea público, pero la otra mitad ha de ser privada a través de ayudas particulares o con eventos como éste.

Además, es un homenaje a Pere A. Serra, ¿cuán importante fue su figura para Projecte Home?
—Él fue una gran ayuda desde nuestro comienzo, no sólo de este concierto, sino para otras muchas actividades. Que haya personas e instituciones como él es una gran suerte. Era fundamental que los medios de comunicación diesen una acogida a un problema que en aquel momento estaba muy mal visto por parte de la sociedad. Era la época de la inseguridad ciudadana, de la que se culpaba a los drogodependientes. Había mucha gente que decía ‘sí a las ayudas, pero lejos de nosotros’. Que alguien como Pere A. Serra nos apoyase tiene un valor enorme. Al principio, los vecinos del barrio nos ponían muchos problemas y no nos aceptaban. Nosotros éramos conscientes de que no supondría ningún problema, pero, ¿cómo convencer a la gente? Aquí fue de gran ayuda el Grup Serra, que fue pionero.

Este año ha sido muy importante la aportación de Joseff Egger.
—Como presidente de la Associació d’Amics de la Simfònica, él fue quien pidió que fuese en memoria de Pere A. Serra. El concierto tiene una serie de gastos, como el asunto de los solistas, y él decidió aportar una cantidad para que éstos no nos costaran ni un céntimo. Que pueda venir gente con tanta calidad, es en buena parte gracias a Joseff Egger.