Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, durante la presentación del Libro de estilo de la lengua española. | Chema Moya

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¿Se dice la jueza o la juez? ¿los guardiaciviles o los guardias civiles?, ¿Hay que poner punto detrás de un emoticono?. Estas son algunas preguntas que la RAE responde en su primer Libro de Estilo, donde atiende a las dudas más frecuentes de los hispanohablantes y se dirige a los escritores digitales.

La Real Academia de la Lengua ha presentado este lunes su «Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica», editado por Espasa, un texto pensado para los escritores digitales en el que se abarcan desde las cuestiones gramaticales de género al uso de los emoticonos.

Un libro «enormemente útil» para el público en general, «no académico» como la gramática, la ortografía o el diccionario de la RAE sino un texto que reúne «píldoras de cuestiones gramaticales y ortográficas», según ha señalado el coordinador de la obra y director honorario de la RAE, Víctor García de la Concha.

Un texto que, ha asegurado García de la Concha, no tiene que ver con los que rigen en las redacciones de diferentes medios de comunicación sino que se trata de servir «a la mejor forma de escribir y hablar» en los países hispanohablantes, abordando nuevos espacios como la ortotipografía, es decir, la ortografía de la escritura no manual.

Todo ello en momentos como el actual y situaciones como las que se viven en el Parlamento que García de la Concha, exdirector del Instituto Cervantes, ha comparado con el que vivió Ortega y Gasset, quien aseguró que antes de una educación política era indispensable una educación de la sensibilidad «que solo se logra con el cuidado de la palabra».

Este libro de estilo, ha insistido el director honorario de la RAE, quiere responder a las dudas más frecuentas que se ponen de manifiesto en las más de 60 millones de consultas que recibe la RAE cada mes sobre el uso de una lengua que usan más de 500 millones de personas.

Y para que estas personas puedan hablar y escribir «como un libro abierto y como los ángeles digitales» se ha realizado esta obra, ha señalado su coordinador, que ha explicado que se trata de señalar las normas que garanticen la comunicación.

Porque hoy en día «todos somos comunicadores», ha recalcado el académico, que ha destacado la necesidad de que la escritura digital respete las normas lingüísticas: «hay que escribir con fidelidad a la ortografía y a la gramática». Por eso, el libro se ocupa fundamentalmente de las dudas y variaciones que se han producido en la gramática en los últimos años, seleccionando en cada uno de los campos los puntos que plantean dudas frecuentes.

También quiere hacer frente a la «relajación» de la expresión oral o entonación que se observa en las intervenciones públicas, de tal forma que establece unas lineas básicas de pronunciación para reconstruir la entonación del español, indica el libro de estilo.

En el campo de la ortotipografía, el libro de estilo analiza el uso de los emoticonos, neologismos, préstamos y extranjerismos y estudia el correcto uso de la lengua en el correo electrónico, las páginas web, el periodismo digital y los mensajes instantáneos.

En cuestiones gramaticales y a partir de las dudas más generales, establece las normas del uso del género, del singular y el plural o los diminutivos, así como los suscitados con las conjugaciones verbales o los laísmos y los leísmos, entre otras muchas.

En la escritura y la comunicación digital, el libro de estilo diferencia entre el uso coloquial de redes sociales y algunas aplicaciones del profesional, académico o periodístico. Así, considera que a pesar del carácter espontáneo de algunas de estas comunicaciones lo acerca al lenguaje de una conversación, esto no implica que deba emplearse la lengua de una forma descuidada, de tal forma que el mensaje debe ser legible en todos los dispositivos, soportes y canales.