Rober Bodegas, en una imagen de archivo.

TW
5

El humorista Rober Bodegas, una parte del dúo Pantomima Full, ha pedido al canal Comedy Central que retire un vídeo con uno de sus monólogos en el que habla sobre la comunidad gitana, al haber recibido «400 amenazas de muerte».

Bodegas ha explicado en un comunicado que, a raíz del vídeo de su actuación, ha recibido amenazas e incluso ha habido «batidas» para «buscar venganza, además de los miles de insultos». No obstante, el cómico ha señalado que ha «visto el error cometido» y por ello ha pedido disculpas a «todas las personas que hayan podido sentirse ofendidas».

«Entiendo y asumo que la provocación forma parte de mi trabajo y que por ello las reacciones al mismo siempre suelen polarizarse. Con relación a otras temáticas tratadas en el show, que suponen el 95% del mismo y nada tienen que ver con este asunto, también ha habido reacciones encontradas, aunque por supuesto, no de este modo», ha apuntado.

En su monólogo, Bodegas hablaba de que «ya no se pueden hacer chistes de gitanos» y por eso él decide «hacer chistes de payo». «Esto es un payo que va conduciendo, lo para la Guardia Civil y tiene la ITV, el seguro, el coche es suyo... Continúe, le dice el agente», cuenta Bodegas en una de las partes de su monólogo, todavía disponible en los vídeos de usuarios de redes sociales.

«A mí personalmente no me ofende ningún chiste, ya ataque a mi procedencia, físico, valores o creencias, más allá de encontrarlo más o menos gracioso o certero, pero comprendo que no todo el mundo afronta el humor de la misma manera», ha señalado el cómico en el comunicado, matizando que no pondrá a disposición de las autoridades ninguna de las amenazas recibidas «siempre que se dé este asunto por zanjado de manera cordial».

«En mi opinión, no hay que esperar pedagogía ni didáctica en la comedia cuando se dirige a personas adultas, pues confío en el criterio personal de cada persona para discernir entre un chiste y un discurso serio», ha añadido. Bodegas ha explicado que se encuentra estos días en zonas rurales de Centroamérica, por lo que ha tenido dificultades para «poder leer todo lo recibido y gestionarlo».