Imagen de Danielle Darrieux durante una de sus actuaciones. | Redacción Digital

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La actriz francesa Danielle Darrieux, con una larga carrera de casi ocho décadas, falleció el pasado martes a los 100 años en Bois-le-Roi (noroeste de Francia), informó este jueves la prensa local.

Considerada una de las decanas del cine francés, Darrieux intervino a los 14 años en su primera película, «Le Bal» (1931), cuando se iniciaba el cine sonoro, y participó ya a los 93 en su último trabajo, «El pastel de boda» (2010), de Denys Granier-Deferre, en plena revolución tecnológica.

Nacida el 1 de mayo de 1917 en Burdeos (suroeste), pero criada por su madre viuda en París, se educó en el ambiente de la alta sociedad bohemia de la época.

Caracterizada por su seductor cabello rubio y su frescura, interpretó papeles cómicos y dramáticos.

Su primer gran éxito lo logró con apenas 19 años en el drama «Sueños de príncipe», de Anatole Litvak (1936).

En los años treinta trabajó en Hollywood y Broadway y colaboró en varias cintas con el cineasta francés Egérie d'Henri Decoin, con el que se casó en 1935 y del que se divorció en 1941.

De entre sus más de cien trabajos, destacan sus actuaciones en filmes de la corriente «Nouvelle vague» como «Landru» (1962), de Claude Chabrol, y «Las señoritas de Rochefort», de Jacques Demy (1967).

También participó en «Madame de...», de Max Ophüls (1953), o «Ocho mujeres», de François Ozon (2002).

Fuera de Francia, Darrieux filmó con nombres como los estadounidenses Billy Wilder y Joseph L.Mankiewicz o el español Francisco Rovira Beleta.

Su tumultuosa vida amorosa contó con dos cortos matrimonios con Henri Decoin (1935-1941) y con el diplomático dominicano Porfirio Rubirosa (1942-1947).

Su unión más larga fue con el director de teatro Georges Mitsinkidès, desde 1948 hasta 1991, cuando él falleció.

Con él, Darrieux adoptó un niño, Mathieu, quien murió a los 40 años, en 1997.

En los años noventa, volvió a conocer el amor, con un músico 20 años más joven que ella.

Entre los premios que recibió figuran un César de Honor en 1985 y en 2004 una de las más altas distinciones en Francia, la de Comendadora de la Legión de Honor.