Imagen promocional del útimo trabajo de estudio del dúo, ‘Rumba a lo desconocido’.

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'Un piñazo con un Seat Panda' les puso en órbita. De esa abrupta colisión hace ya veinte años, pero David y José Manuel Muñoz, los Estopa, «apenas hemos cambiado». Bueno, quizá han perdido algo de silueta, pero siguen con el mismo desparpajo, la misma barba de dos días y bendecidos con el don de las canciones robustas y contagiosas. Un lienzo en blanco sobre el que los hermanos Muñoz pintan escenas cotidianas, amores de barra y caderas femeninas. Su gira Rumba a lo desconocido aterrizará en el recinto Son Fusteret de Palma, el próximo 27 de julio.

Se definen como una variante de rumba catalana cercana al pop, sin embargo su música tiende unos vínculos geográficamente más dispersos. Y es que Estopa picotea de aquí y de allá forjando un ideario que acoge destellos de reggae, rock poligonero y baladas urgentes, una fusión multicultural que David Muñoz describe como «rumba-rock optimista». De eso va, precisamente, su repertorio, de canciones a todo trapo que celebran el hecho de vivir y justifican el cartel de ‘no hay entradas’ que acompaña sus shows. «Me gusta cuando alguien me para por la calle para decirme que nuestra música le pone las pilas. Hacer canciones alegres es la única forma de la que entendemos este negocio, con esa filosofía empezamos a los veinte años y nada ha cambiado hoy con cuarenta», subraya. Tampoco ha cambiado su apego hacia la calle, con la que comparten su desencanto hacia la clase política: «Ha llegado un momento en el que la palabra política se tendría que cambiar por el término ‘responsabilidad social’, porque lo que hacen nuestros políticos no tiene nombre. Es como cuando Franco le dijo a Suárez aquello de ‘Tú haz como yo, pasa de la política’».

'Rumba a lo desconocido' es su noveno trabajo de estudio, producido por el dúo a medias con el productor Rafa Sardina, ganador de varios premios Grammy por su colaboración con artistas como Stevie Wonder, Elvis Costello o Michael Jackson. Este álbum, en el que los de Cornellà recurren nuevamente al surrealismo, «es la base de nuestras letras» incorpora más «volumen a las guitarras, le hemos cogido el gusto a rocanrolear».

Escenografía

La gira Rumba a lo desconocido es su espectáculo más sofisticado hasta la fecha, con un despliegue de vídeos, luces, alusiones al mundo de los OVNI y una lavadora gigante como parte del atrezzo. En cuanto al repertorio, combinan nuevo material y clásicos con un set acústico a pelo, sin el respaldo de su banda de acompañamiento.