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La representante española en Eurovisión 2016, Barei, que acabó la número veintidós en la final celebrada hoy en Estocolmo, admitió que la clasificación final es un varapalo, sobre todo para España, aunque mostró el orgullo por su actuación.

«El número pesa mucho», reconoció Barei a la prensa española minutos después del cierre de la gala en el Globen Arena, añadiendo que había «soñado» con dar a España una buena posición.

La cantante madrileña calificó de «mágico» el momento en que subió al escenario y defendió su interpretación.

«Estoy muy orgullosa, he dado todo lo que tenía», declaró Barei, que fue «fiel» a sí misma.

El «Say Yay!» de Barei puso en pie al público del Globen Arena, lo que hizo aumentar las expectativas de un resultado mejor, pero aunque la calificación de los jurados resultó aceptable, fue la cuarta peor valorada por el «televoto», algo que le había sorprendido.

Barei, que no cambiaría nada de su coreografía, dijo que deseaba «silencio» para el día siguiente a Eurovisión y que no se plantea repetir experiencia, pero no por el resultado, sino porque tampoco era algo en lo que pensaba antes.

«Me he sentido superbien, me lo he pasado teta», explicó Barei, que agradeció a RTVE la «libertad» que le había dado por dejarla cantar en inglés -primera vez que España lo hace- y tomar sus propias decisiones artísticas.

La representante española declaró que la ucraniana Jamala, ganadora del festival, era una de sus favoritas y que era una persona «muy especial» y «supergraciosa», y resaltó además el «compañerismo» de todos los concursantes.

El director de Coproducciones y Eurovisión de TVE, Federico Llano, reconoció el «disgusto» por el resultado, aunque señaló que Barei había estado «fenomenal.

Llano reveló que los países que componen la Unión Europea de Radiodifusión (UER), supervisora del certamen, estaban discutiendo un nuevo sistema de votación, porque aunque el actual refleja bastante bien cuáles son las cinco o diez canciones más valoradas, no ocurre lo mismo con el resto.