Alejandro Blanco, a la izquierda, durante un concierto de Ilegales. | Wikipedia

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El bajista de la banda rock Ilegales, Alejandro Blanco, conocido como Alejandro Espina, ha fallecido este sábado en su domicilio de Oviedo a consecuencia de un paro cardiaco, según han informado fuentes cercanas al grupo fundado por Jorge Martínez.

Blanco, de 45 años y padre de una niña, trabajaba como técnico de sonido y formaba parte también del grupo The Electric Buffalo, que la próxima semana tenía previsto presentar su último disco titulado «Keepin'it warm».

Alejandro Espina se incorporó en 1994 a la banda liderada desde 1982 por Jorge Martínez, que en 2011 decidió acabar con la etapa de Ilegales para refundarse en un nuevo grupo llamado «Jorge Ilegal y los Magníficos», que interpretaba ritmos muy distintos a los de su etapa anterior como boleros, guarachas o cha-cha-chá.

Ilegales volvió a la actividad en 2014 para editar un año después «La vida es fuego», un disco que les iba a llevar de nuevo a la carretera el próximo mes con un gira del mismo título.

En un comunicado difundido a través de su página web, el resto de integrantes de Ilegales aseguran sentirse «desolados» ante la muerte inesperada de Alejandro Blanco y afirman que resulta especialmente doloroso que una persona sana y joven, con solo 45 años, esposa y una hija pequeña, «nos abandone de este modo tan abrupto».

«A finales de 2014, después de unos años de separación como grupo, nos reencontramos como Ilegales y, en estos pocos meses en que habíamos podido volver a trabajar codo a codo con Alejandro, vimos lo mucho que aún tenía que contar musicalmente», añaden.

Para Ilegales, la compañía de Alejandro Blanco «en el día a día de la banda, en el estudio, en el escenario y en los viajes, se ha hecho imprescindible, así que su ausencia va a ser dura, se va a notar muchísimo» y, tras trasladar su pésame a la familia, afirman no saber qué va a ocurrir mañana, «pero como dice la canción, 'hoy no hay sonrisas'».