Andreu Gomila. | Carles Domènec

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Año 1997. En Balears gobernaba el PP de Jaume Matas. Los grupos de pop-rock más conocidos eran Fora des Sembrat y Sexy Sadie. Mientras tanto, en la UIB, cinco estudiantes gestaban una banda que bautizarían con el nombre de una compañera de clase: Antònia Font. El quinteto, con su universo mediterráneo, sus canciones galácticas, de astronautas, marcianos y robots, abrió el camino del pop cantado en catalán. La extinta formación encabeza Putos himnes generacionals, un libro donde los periodistas Andreu Gomila (Palma, 1977) y Marta Salicrú (Barcelona, 1980) ofrecen un retrato generacional –en primera persona– de la escena musical barcelonesa.

Putos himnes generacionals no pretende ser una enciclopedia musical ni tan siquiera una biografía autorizada. En su relato, protagonizado por once grupos y solistas de Barcelona, también citan, al final y mediante una breve descripción, a otros artistas de la Isla como por ejemplo Oliva Trencada, Beach Beach, Pep Suasi, Maria del Mar Bonet o Maika Makovski.

Pop

«Antònia Font supera al pop cantado en catalán. Es el grupo de referencia de la escena de los Països Catalans. Hay muchas bandas y gente que canta en castellano, como Love of Lesbian, Astrud o Joe Crepúsculo, que tienen a Joan Miquel Oliver encima de un pedestal, en el sentido de que es como el genio de la cançó», reflexiona Andreu Gomila, que ejerce de director de la revista Time Out Barcelona.

El periodista escarba en entrevistas antiguas, reproduce conversaciones en la cervecería Lórien (Palma) y rememora conciertos de la banda en el Teatre Principal o en el Casino de l’Aliança del Poblenou (Barcelona). «No me extrañaría que Antònia Font, de aquí a unos años, volviera en plan revival,», comenta Gomila por teléfono. Descubrió al conjunto con En s’estiu, canción que apenas tocaron en directo a lo largo de su trayectoria. «Yo, básicamente, era un fan. Antònia Font explica mi vida y la de cualquier mallorquín de mi edad».

«¿Quién habría dicho que ganarían el premio al mejor disco de España? ¿O que las historias de astronautas, ovnis, exploradores, fueran posibles en la música de nuestro país y que, además, gustasen a tanta gente? ¿O que alguien de Mallorca daría lecciones sobre lo que es el pop en Barcelona? Cosas más raras se han visto», se pregunta Andreu Gomila al final del capítulo dedicado a los autores de himnos como Alegria.