Boré Buika, fotografiado en el Parque del Retiro, en Madrid, donde se abre camino como actor. | José Sevilla

TW
4

Boré Buika (Es Molinar, 1980) sube un peldaño más en su carrera interpretativa, tras el paso por El secreto de puente viejo y Anclados, para dar vida Teodoro, un inmigrante guineano que se gana la vida en los invernaderos almerienses, en una de las series más esperadas de la temporada, el thriller policíaco Mar de plástico, que se estrenará este martes en Atresmedia.

Buika describe su papel en Mar de plástico: «soy el mejor amigo de Kaled, uno de los protagonistas de la serie junto a su hermana Farah. Mi peso en la serie se centra en tratar de calmar, en ocasiones, las iras de Kaled y, en otras, Kaled intentando calmar las mías. Porque somos como hermanos, pero a veces tenemos maneras diferentes de tratar lo que acontece».

En comparación con Obama, el inmigrante guinenano al que daba vida en Anclados, Buika afirma que «son dos personajes muy diferentes. Obama era un inmigrante que había llegado en patera y una de sus misiones era hacer todo lo posible por sobrevivir y poder seguir en el barco. Ciertamente, era un personaje ficticio. Teodoro, exceptuando ese punto irreal de que los guineanos llegan en patera, representa a un africano real».

El actor narra que «la experiencia ha sido fantástica e increíble. Ha sido un cambio brusco pasar de una comedia a un dramón. En Anclados he aprendido muchísimo y me voy con familia porque a los compañeros los quiero un montón. El hecho de codearme con estos actores dotados de tanto talento ha sido genial. Es un aprendizaje fantástico y es un privilegio estar rodeado, de repente, de Pedro Casablanc, cuyo personaje, de empresario sin escrúpulos, es sublime, Belén López, Rodolfo Sancho... Para mí es un regalo».