Blanca Portillo y Agustí Villaronga. | M. À. Cañellas

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El Teatre Principal de Palma cierra este fin de semana la presente temporada con un espectáculo de lujo, El testamento de María, basado en un texto del escritor irlandés Colm Tóibín (1955). Se trata de un drama que muestra a la madre de Jesús «desde un punto de vista humano, despojada del halo místico». El montaje, que ha cosechado muy buenas críticas y llenado auditorios, ha unido a dos grandes del cine y el teatro patrio, la actriz Blanca Portillo y el cineasta Agustí Villaronga.

Este viernes tuvo lugar la primera función y este sábado y este domingo continuarán las representaciones.

La María de Tóibín es una mujer ya anciana que vive sola en la ciudad de Éfeso, que va narrando lo que sucedió en su vida, especialmente la muerte de Jesús, a los autores de los Evangelios, y que quiere contar su versión.

«Nunca se ha visto a María desde un punto de vista humano, de la madre ligada a la tierra», una mujer que recuerda «su amor infinito por ese hijo» que murió en el Calvario, «por su esposo, ¡qué no debió sentir esa madre!», reflexiona Blanca Portillo.

La iluminación, el vestuario y la escenografía, que es del artista Frederic Amat, contribuyen a redondear una propuesta de «lectura fácil para el espectador», asegura Villaronga.