Manel Ismael Serrano Servera, Jaume Miró, Sergi Baos, Núria Vizcarro y Josep R. Cerdà.

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Un grupo de autores teatrales ha constituido esta semana la Associació de Dramaturgs de les Illes Balears, una herramienta que les permitirá reivindicar su labor, sus condiciones laborales y tener «voz propia» dentro del sector. La entidad nace con una treintena de miembros y su presidente es Josep Ramon Cerdà.

Estos profesionales se han mantenido en contacto durante los últimos diez años, hacían lecturas dramatizadas y de forma «cooperativa» compartían proyectos, explica Cerdà. Hubo un tiempo en el que algunos de ellos se integraron a la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana, pero «nuestras dinámicas son diferentes».

La reactivación de la producción en los últimos años, impulsada en parte por el microteatro, ha terminado de decidir a estos autores, muchos de ellos jóvenes y cuya obra está «más ligada a la práctica teatral que a la literaria». «Es el momento de reclamar unas mínimas condiciones. Somos la parte más débil del sector, el peor pagado. Todo es por concurso y la situación muy precaria», critica.