La Virgen María, protagonista de esta historia. | P. Pellicer

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La Seu acogió en la noche del domingo El Misteri de la Selva, una representación medieval de origen catalán que contó con más de un centenar de intérpretes de todas las edades sobre el escenario. La entrada al evento era gratuita, y la nave de la Catedral se llenó hasta la bandera.

La tradición mallorquina cuenta con poca dramatización medieval, aunque muy relevante: El Cant de la Sibil·la es Patrimonio de la Humanidad. El Misteri de la Selva, que afronta la asunción de la Virgen María al cielo en cuerpo y alma, se representa anualmente en Catalunya, pero también en muchas otras partes del mundo antes de llegar a Mallorca. Al margen de algunos fragmentos hablados, la mayor parte de la obra es cantada a capella, sin ningún acompañamiento instrumental.

El Misteri de la Selva es una combinación equilibrada de dramatización litúrgica, juego teatral y catequesis asuncionista, que guarda como objetivo final «rendir homenaje a la Virgen». La Seu fue utilizada en su totalidad para la función, simbolizando cada una de sus partes un escenario diferente: el altar era el cielo, el presbiterio la tierra, la entrada hacía las veces de infierno, la zona izquierda representaba la casa de María...