María Luisa Lax. | M. Joy

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La promoción internacional de Palma asociada a la figura de Miró adquirirá una nueva dimensión cuando la Fundació Pilar i Joan Miró y una empresa mallorquina internacional, sobre la que el concejal de Cultura, Fernando Gilet, no quiso avanzar públicamente su nombre hasta que se haya rubricado el acuerdo, firmen un convenio de colaboración.

Se trata de una empresa «turística» y la colaboración es fruto de las «conversaciones que hemos ido manteniendo con empresas locales con presencia internacional, con empresarios turísticos», apuntó Gilet. «Es una nueva oportunidad para trabajar la promoción Miró-Palma».

Salida del cargo

Por otra parte, Gilet señaló que la citada fundación trabaja en la creación de las bases de la convocatoria pública que se abrirá para la plaza de conservador o conservadora de la entidad, tras la salida de María Luisa Lax del cargo. El Ajuntament y la empleada llegaron «a un acuerdo» en el TAMIB por el cual Lax dejó de pertenecer a la plantilla de este centro. La nueva plaza «en principio no será fija, tendrá duración de un año», señaló Gilet. El acuerdo fue tomado durante la reunión de una comisión de gobierno extraordinaria de la fundación a principios de verano.

Cabe recordar que Lax era la jefa del Departamento de Colecciones de la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma cuando, en 2011, desapareció la maqueta de un cuadro de Miró de la Serie Gaudí, pintado por ambas caras, que, finalmente, a finales del pasado verano apareció en el almacén de la empresa de transportes Art i Llar. Lax se quedó de baja «por enfermedad común» cuando la noticia de la desaparición salió a la luz.

Respecto a las consecuencias del hecho, la Fundació, que encargó una investigación interna a cuatro expertos del mundo del arte, sancionó con una suspensión de empleo y sueldo a Elvira Cámara, directora del centro, de cuyo timón se había hecho cargo en enero de 2012, y a Lax, además de una amonestación para la primera y otras para los dos técnicos que trabajaban a las órdenes de Lax.

Durante este tiempo, los cuatro trabajadores afectados fueron presentando alegaciones a la citada comisión de gobierno, que, finalmente, decidió mantener las amonestaciones disciplinarias, pero acordó «por unanimidad» levantar las suspensiones de empleo y suelo a Cámara y Lax.

A la primera, por no informar de la desaparición del cuadro en cuanto se enteró. Lo que hizo fue poner en marcha un proceso de búsqueda interno. Lax se lo había dicho a Cámara cuando ésta ya llevaba un mes ocupando la dirección de la Fundació.