El cuarteto británico The Kooks.

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Pasión, energía y electricidad. El cuarteto británico The Kooks pondrá en liza todas sus armas esta noche en el festival Mallorca Rocks de Magaluf, a partir de las 19.30. Llegan con nuevo material bajo el brazo, Listen, álbum donde los de Brighton desafían nuevos géneros músicales como el gospel y el funk, y que desde hoy está en los escaparates de los comercios.

Como a Kaiser Chiefs, Franz Ferdinand o Artic Monkeys, a The Kooks no les costó demasiado erigirse en portavoces musicales de una generación que roza los treinta años y disfruta encajando las diferentes piezas del gran puzzle del pop independiente. Irrumpieron en 2004 como punta de lanza de la respuesta británica al indie estadounidense que, paradójicamente, vivió su renacer tras el 11-S. Integrado por bandas como Interpol, Strokes o White Stripes, quienes nada más llegar impusieron sus propias reglas: había que sonar sexy y tener un aspecto sexy. Mientras tanto, los conjuntos de las islas languidecían como sumidos en una especie de letargo post britpop. Ya no eran divertidos. The Kooks & cia. devolvieron el orden natural a las cosas, de modo que la bandera del pop inglés volvió a liderar el concierto internacional. La banda del incombustible Luke Pritchard exuda referencias musicales por chorros: un poco de Paul Weller, otro tanto de Rolling Stones y algo de Dylan y Bowie vertebran su sonido. No obstante tienen algo propio, una personalidad que les hace únicos. Lo demuestran en directo, el suyo es pura anfetamina sonora, potente y bien ecualizada, impulsada por canciones que son contundentes artefactos que aúnan armonía y pegada en idénticas proporciones, auténticos himnos juveniles con estribillos gloriosos.