La Cova del Molí d’en Gaspar, entre ‘marjades’ y almendros, podría haber sido un columbario romano. A la izquierda y al fondo de la imagen se pueden ver los nichos.

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La Cova del Molí d’en Gaspar de Sineu, un espacio degradado en el que el ganado descansaba hasta hace treinta años, quizás fue durante la antigüedad un lugar de enterramiento. Una excavación arqueológica ha sacado a la luz varios restos de cerámica entre los que sobresale lo que parece ser un fragmento de urna funeraria. Quizás es una pica o alguna otra pieza, pero de confirmarse que es una urna podríamos encontrarnos ante el primer columbario romano hallado jamás en Balears.

Los columbarios de la época romana son habituales en el resto del Mediterráneo, pero se desconocía su existencia en las Islas.

Mateu Riera, codirector de la excavación, explica que al visitar la cueva por primera vez «vimos dos hileras de nichos excavados en los muros que parecían ser restos de un columbario romano o de un lugar de enterramiento cristiano anterior a la dominación árabe, de entre el siglo VII y el XII. Con eso comenzamos la excavación. El último día hallamos una pieza que podría ser una urna de entierro romana, lo que confirmaría la primera hipótesis. Aun debemos asegurarnos». Además, «se han hallado media docena de fragmentos cerámicos y un trozo de ánfora».

La excavación ha desvelado también que la entrada a la cueva –actualmente oculta entre marjades de almendros– fue antiguamente un torrente o, quizás, una explotación de arcilla o de sillares (carreus en catalán). En el ámbito local, esa noticia resulta igualmente sorprendente.

El Consell y el Ajuntament de Sineu han cofinanciado la excavación que podría prolongarse cuatro veranos más.