Pablo Mielgo, Joji Hattori y Marcelino Minaya, ayer, en la sala de ensayo de la Simfònica.

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El austríaco japonés Joji Hattori y el madrileño Pablo Mielgo son las nuevas batutas de la Orquestra Simfònica de Balears, como ya adelantó este diario. Ayer presentaron un proyecto «para tres años» sobre la base de que trabajarán en una «orquesta de titularidad pública», pero que necesitarán aportación privada para ponerlo en marcha, porque la institucional no será suficiente. Ni los directores artísticos ni el gerente del Consorci per a la Música, Marcelino Minaya, quisieron adelantar de quién o quiénes procederán esos fondos, aunque el objetivo es la implicación de «la sociedad civil». Mientras, Hattori y Mielgo contactan con sus amistades internacionales para traer a Mallorca a estrellas de la clásica y la lírica como la pianista portuguesa Maria Joao Pires, el tenor peruano Juan Diego Flórez o el director de orquesta Jesús López Cobos, entre otros.

Dentro de la convulsa historia de la Orquestra en los últimos tres años, huelgas y despido de dos directores, Mielgo tiene claro que no resultará fácil convencer al público de la viabilidad de su propuesta artística, así que aludió a sus trayectorias y a la presentación, «en unas dos semanas», del cartel de la próxima temporada, en la que mantendrán algunas de las propuestas del cesado Josep Vicent «por su extrema calidad» y en la que han comenzado a trabajar «desde el miércoles», que fue cuando se precipitaron los hechos con su fulminante salida.

Sueldo

En esta bicefalia artística que se convierte en triunvirato con la reciente renovación del contrato al gerente, Hattori y Mielgo compartirán el trabajo y se repartirán a dos el sueldo que hasta ahora cobraba Vicent, cuya cuantía asumirá el Govern. Mielgo, que fijará su residencia en Mallorca, será el codirector artístico y director musical, mientras que Hattori compartirá la codirección artística y será el principal director invitado.

Ambos maestros han echado mano de sus agendas y acudido a sus agencias de representación, que se han comprometido «por escrito» a apoyar a la Simfònica. La de Mielgo, IMG, lo hará «trayendo durante las tres próximas temporadas a principales nombres de la música clásica» y la de Hattori, Buchmann, «organizando en las próximas tres temporadas giras internacionales que promuevan la imagen exterior» de la formación.

Los objetivos del plan son, según Minaya, sacar a la orquesta al exterior pero, sobre todo, «atraer» público a Mallorca. Según los nuevos directores, la Simfònica es «una orquesta cuya calidad está por encima de su reputación internacional».

Entre lo más destacable del nuevo proyecto figura potenciar el Festival Bellver con dos conciertos gratuitos de gran formato «siguiendo el modelo de la Filarmónica de Viena en Schoenbrunn». Para apoyar a jóvenes promesas invitarán a los ganadores de certámenes internacionales, como Operalia Plácido Domingo o Menuhin Violin Competition, y a los talentos locales, como el violinista Francisco García Fullana o el director de orquesta Antonio Mendes. El proyecto ambiciona una Academia de la Simfònica, en colaboración con el Conservatori Superior, y un proyecto educativo sinfónico-coral «para crear una red de orquestas y coros en las escuelas públicas», así como un ciclo de conciertos familiares liderados por Jamie Bernstein, hija de Leoanrd Bersteim.

La propuesta artística, que incide en llegar al resto del Archipiélago y a programas sociales, «se lanza al mercado con garantías y contactos y abierta a apoyos», concluyó Minaya.