Agustín Fernández Mallo, ayer en la librería Literanta de Palma.

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Un viaje de una pareja a Estados Unidos; dos músicos mallorquines que se encierran en un castillo del norte de Francia para grabar un disco, y México DF. Estos son los tres escenarios, sujetos «por los mismos hilos, el aislamiento y la identidad», en los que el escritor Agustín Fernández Mallo (A Coruña, 1967) ambienta su nueva novela, Limbo (Alfaguara, 2014). En sus páginas, el autor camina en una realidad «desenfocada» y crea una atmósfera difusa entre la vida y la muerte. Se presenta hoy, a las 20.00 horas, en la librería Literanta de Palma (Can Fortuny, 4A).

Limbo es una novela de personajes, y Fernández Mallo se sumerge en sus mentes para jugar con sus conexiones y sus transformaciones a lo largo del relato. Pero sobre todo, trata de la identidad. «Me interesa hablar de una identidad individual, pero una que no puede entenderse sólo en las relaciones con los demás, sino con el tejido social, con los objetos... todo eso conforma lo que es el mundo, las conexiones en red, y esa complejidad crea una identidad que condiciona nuestra sentimentalidad», señala el escritor, quien añade: «Eso me permite crear hilos poéticos condicionados por elementos como la copia, la propia identidad o el sonido, que es un personaje más, porque es un agente provocador».

Cotidianeidad

La novela plantea también un conflicto interno y personal que se manifiesta en ese «¿Qué soy y qué estoy haciendo?». Fernández Mallo intenta dar una respuesta: «Nada está determinado, somos nebulosa.. en las relaciones cotidianas está la identidad».

Con Limbo , Agustín Fernández Mallo regresa a la novela tras el éxito de su trilogía Proyecto nocilla - Nocilla Experience , Nocilla Dream y Nocilla Lab , una tercera parte que fue elegida por Babelia como la tercera mejor novela en español de 2009-, pero esa repercusión no hace mella en el escritor a la hora de enfrentarse a la hoja en blanco: «Lo acepto con alegría, pero no afecta a los nuevos proyecto que aborde».