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La historia de Matilde Landa (Badajoz, 1904-Palma de Mallorca, 1946) es la de muchas mujeres que «han tenido que pasar un drama por luchar por la libertad, también por la libertad de credo, y querer defender sus ideas». Landa fue, y así se recuerda hoy su figura, un símbolo contra la dictura franquista. Falleció en Palma, se suicidó en la antigua cárcel de Can Sales, desde donde salieron algunas de las cartas que envió a su hija Carmen, exiliada en México en aquellos años. Esa correspondencia, publicada hace unos años por el historiador David Ginard, es el germen del próximo proyecto artístico de Natxa Pomar, Las hermanitas.

La iniciativa parte de Es Baluard y de Nekane Aramburu, quien comisaria la acción, y se presentará el próximo 5 de marzo dentro de la programación del Festival Miradas de Mujeres. Para gestar la propuesta, se ha abierto una convocatoria para mujeres de todas las edades que quieran participar en el vídeo con la lectura de la correspondencia. Para inscribirse hay que enviar un correo electrónico a la dirección lashermanitas.esbaluard@gmail.com.

Además del audiovisual, en la biblioteca se dedicará un espacio a documentación, a explicar a partir de una historia local «cómo sufren de forma particular las mujeres durante un conflicto bélico», comenta Pomar, quien también se ocupa en este trabajo de recuperar otras historias de encarceladas en la Prisión Central de Mujeres.

Tras el análisis del material, la artista cuenta cómo Matilde Landa utilizó la metáfora y el pseudónimo de Elvira para evitar la censura y que en esas cartas compartió con su hija situaciones cotidianas del día a día en cárcel, su deseo de reencontrarse ... «Se han conservador seis cartas, se las envió a su hija cuando ésta tenía siete u ocho años. Carmen estaba al cuidado de sus tíos en México. Y, según se ha podido saber, no las leyó hasta años después porque quisieron protegerla del drama», explica Natxa Pomar.

Tras estudiar al personaje, la artista mallorquina destaca: «Me sorprendió la cultura que tenía Matilde Landa, era una mujer muy avanzada para su época, libre, luchadora, y con un gran concepto de la justicia social». Matilde fue un referente y representó la caída de la resistencia. Fue presionada para su conversión al catolicismo. No cedió. Fue enterrada en el cementerio de Palma.