Según explicaba ayer Antoni Marimon, la primera consecuencia del triunfo del franquismo fue la «ruptura total» con todo lo que recordara a republicanismo en los aspectos educativos y culturales, mientras que sí hubo una continuidad en lo que respecta a la Iglesia, el Ejército y la economía, especialmente en el turismo, «donde personas que habían ejercido cargos de tipo técnico durante la República siguieron haciéndolo».
Maestros
Por lo que se refiere a los maestros y profesores, Marimon insiste en que «sufrieron una represión brutal» en la que abundaron los encarcelamientos, depuraciones y fusilamientos, y también recuerda las personalidades del mundo de la cultura, algunas con excelentes relaciones con Catalunya, que tuvieron que marchar al exilio. Revistas, entidades culturales o recreativas, todo lo que no fuera conservador no encuentra continuidad. «Aquí, el franquismo es tan duro que el republicanismo desaparece del todo». Y Marimon reflexiona sobre que esa represión fue gratuita ya que «aquí ganaron desde el principio [del golpe de Estado].
Respecto a la Iglesia, hubo una «continuidad normalizada, con pequeñas excepciones como las de algunos clérigos progresistas, cultos, de ideas avanzadas», añade el historiador, quien, por ejemplo, recuerda a Jeroni Alomar i Poquet, que mantuvo abierta «una red de ayuda a la evasión de republicanos». Con la economía maltrecha tras la Guerra Civil y con el mundo envuelto en una contienda mundial, el franquismo, en Mallorca, mantuvo respecto al turismo el «mismo discurso [el republicano] e de abrir la Isla como una fuente de riqueza».
Presentación de 'Entre el malson i l'oblit'. Lunes 7 de octubre a las 12.00 en el aula 18 del edificio Ramon Llull de la UIB. Y a las 19.30 en Can Alcover de la calle Sant Alonso, 24, de Palma.
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Puix que parlam de "cultura", no s'haurien d'oblidar els estralls irreparables dins el patrimoni artístic i cultural de Catalunya, a causa d'elements que hom anomena "incontrolats".