El Circo del Sol por dentro

Son más de 15 las nacionalidades que conviven en Alegría, y a pesar de eso se ha decidido finalizar el tour, y el espectáculo, en España. Vanessa, responsable de publicidad, asegura que están «todos muy emocionados por estar en Mallorca, y más aún por pasar dos semanas aquí, cuando normalmente sólo estamos una en cada ciudad. Hemos doblado nuestra estancia porque la demanda lo requería, siempre hemos recibido mucho apoyo por parte del público español. De hecho, esta es la razón por la que escogimos Madrid como lugar para ofrecer el último show el 22 de diciembre de este año».

Uno de los elementos más característicos del espectáculo son las máscaras, realizadas sobre la horma de cada uno de los artistas. La mayoría de los trajes son sencillos, así que los artistas no necesitan ayuda para cambiarse durante la representación. Sin embargo, los vestidos de The White Singer y The Black Singer son especialmente complejos, con multitud de capas y alrededor de 15 kg de peso. Por esta razón, los encargados de vestuario están pendientes de ellas en todo momento a lo largo de las dos horas y media de duración del espectáculo.

Durante los días previos a la función, los artistas se dedican a entrenar tanto sus números como su forma física en el gimnasio. En la vida cotidiana, afirman, son «personas tan normales como cualquier otra. Comemos comida basura o bebemos alcohol, pero siempre teniendo en cuenta las consecuencias y de forma saludable». Los días que hay representación, se realiza un show call una hora y media antes de la función. Durante ese tiempo los protagonistas tienen que maquillarse (lo hacen ellos mismos) y meterse en el personaje.

Para actuar en Alegría es requisito indispensable ser mayor de 18 años. Esto no es así en otros espectáculos del Cirque du Soleil, pero en este caso, debido a los cambios de ciudad semanales, la empresa no puede proporcionarles la educación debida a un menor. Actualmente, el acróbata más joven tiene 21 años y el mayor, 37.

Denys Tolstov, ucraniano de 28 años, fue descubierto a los 18 por el Cirque du Soleil y lleva trabajando en Alegría desde entonces. Para Denys, la mejor parte de su trabajo es «actuar frente al público. Es increíble oír los aplausos desde el escenario. También me encanta viajar, porque conoces muchísimas culturas diferentes». Asímismo, hay una parte mala: «Lo que menos me gusta es tener que estar lejos de mi familia... Y también me molesta tener que hacer y deshacer la maleta cada semana, la verdad», añade. Su futuro ahora que Alegría va a terminar lo tiene bastante claro: «Espero que aún me queden entre cinco y diez años de profesión por delante, así que intentaré unirme a otra producción del Cirque du Soleil. Después, seguramente, me dedicaré a entrenar a otros acróbatas».

Otros protagonistas de la obra, en este caso españoles, son los payasos Pablo Bermejo y Pablo Gómez. «Como payasos nuestra dificultad es adaptarnos al humor de cada país. Por ejemplo, en España somos muy dados a reírnos de cualquier cosa, pero en Alemania necesitan encontrar la razón del chiste para que les haga gracia. Los asiáticos directamente son diferentes, se ríen por cosas completamente distintas», explica Pablo Gómez.
Alegría abrirá por fin sus puertas por primera vez en Mallorca hoy y continuará ofreciendo sus increíbles acrobacias hasta el día 30 en el Palma Arena.