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Un árbol con amplias raíces y unas lágrimas azules que caen del cielo conforman el Memorial dels Sants , una obra creada por Jaume Falconer, diseñador de la Universitat de les Illes Balears, ubicada en la Capella de Tots els Sants, en la entrada de la Sagristia dels vermells de la Seu. Ayer, tras la misa de los santos Pere y Pau, el obispo Javier Salinas bendijo la citada escultura ante centenares de personas, que se aproximaron hasta la Catedral para presenciar el acontecimiento.

El árbol, una estructura de hierro, abraza a todas las tierras de nuestra Isla. Su significado remite a la eucaristía, simbolizada en el fruto de la viña.

De sus ramificaciones surgen un total de 33 círculos, 29 de los cuales con el mismo diámetro que corresponden a los santos actuales y a los futuros, y tres círculos más reducidos convertidos en flores que coronan el Árbol entero y representan al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Por su parte, las lágrimas simbolizan los 53 municipios de Mallorca.

Cabe recordar que Patrimoni del Consell de Mallorca no autorizó la presencia de las 53 lágrimas ya que según los técnicos, éstas «alteran la contemplación de la capilla» y, según informó la Seu en un comunicado, la semana que viene serán sustraídas ya que únicamente se han incorporado, provisionalmente, para su bendición.