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Cuando se comenzó a gestar el montaje Xuetes... vides marcades per un llinatge , su autor y director, Rafel Brunet, era consciente de que «quizás no guste a todo el mundo, aún quedan muchos prejuicios», que la sociedad de la Isla arrastra desde el siglo XIV. La obra refleja el relato de estos judíos mallorquines conversos al cristianismo que, a lo largo de la historia, «han sido perseguidos» por el simple hecho de portar uno de los 15 apellidos xuetes . Sus heridas «aún no han cicratizado y es muy fácil que vuelvan a abrirse», apunta Brunet. Se podrá ver hoy y mañana en el Teatre Mar i Terra de Palma (Sant Magí, 89), y el día 19 en Lloseta.

El propio Brunet coprotagoniza la obra junto a Joan Carles Bestard -con quien ya trabajó en la comedia Les flors músties - y Pep Galmés. «Ellos son los que llevan el peso de la obra», adelanta Brunet, ya que «se meten en la piel de muchos personajes». ¿El motivo? La historia no se ambienta en un mismo escenario y propone un recorrido por la vida de los xuetes , desde el siglo XIV hasta los años 70. Todo arranca a partir de unos documentos sobre esta sociedad que están guardados en cajas, que los personajes descubre y abren.

Con este espectáculo -ganador del Premi Escènica Ciutat de Palma 2012, que convoca Cort-, Brunet se aleja del mundo de los musicales y se sumerge en una historia «cruda». «Es la clase de espectáculo que siempre he querido hacer», confiesa el autor sobre esta obra donde «el miedo, los prejuicios y las dobles caras» juegan un papel clave. De hecho, estos prejuicios todavía continúan en la actualidad. A la hora de programar, «primero, los teatros quieren ver la obra para decidir», apostilla Brunet. «No tengo ni idea de lo que pensarán».

Xuetes... vides marcades per un llinatge. Hoy, a las 21.00, y mañana, a las 20.00, en el Teatre Mar i Terra de Palma.