La productora ejecutiva del corto, Beatriz Pacheco, y los actores de ’El primer asalto’, Paca Gabaldón, Juan Capilla y Karina Moscol.

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Un boxeador se puede encontrar con rivales que imponen por su musculatura, su trayectoria o, simplemente, por la fama. Pero cuando el contrario está por encima de todas esas circunstancias el combate se complica. Contra el cáncer no basta la fuerza. Ni siquiera la preparación, la técnica o la inteligencia. Inciden otros factores más determinantes. El actor Juan Capilla (Palma, 1978) lo explica en El primer asalto, donde debuta como autor, guionista y protagonista de este cortometraje dirigido por George Karja y centrado en la superación humana.

El entorno del boxeador es uno de esos factores que pueden decantar una pelea. Por eso Capilla ha conseguido reclutar a Paca Gabaldón, Jero García y Karina Moscol en su debut como guionista. Buscaron mecenas a través de la plataforma Verkami para recaudar 1.500 euros. Consiguieron 500 y el resto lo pusieron de sus bolsillos.

Juan Capilla interpreta a Héctor, un reputado boxeador profesional que debe vencer por K.O. a «uno de los peores rivales que le pueden tocar a cualquiera», explica Capilla. El boxeo es la metáfora. El trasfondo de este trabajo de apenas 10 minutos es la lucha constante y progresiva contra una enfermedad como el cáncer. «Te va bien la vida y, de repente, te dan un golpe y te vas», relata el actor, que se ha inspirado en las vivencias de personas cercanas que se han salvado.

«Puedes pasar momentos difíciles pero gracias al amor de tus allegados eso se supera». Capilla habla de su madre en la ficción, interpretada por la veterana actriz Paca Gabaldón, de Jero García, su entrenador personal y Karina Moscol, pareja de Héctor.

Jero García, que ha participado en series como La que se avecina o La fuga, cedió su gimnasio, La Escuela de Boxeo, para rodar algunas secuencias del cortometraje. «Nos sentimos muy cómodos, además de un buen entrenador, es un actor excelente».

La carrera de Héctor se había propulsado. Tenía buena proyección hasta que de la noche a la mañana le diagnostican un cáncer. «Al principio está hundido porque quiere luchar y no puede», apunta Capilla, que resalta la colaboración altruista de todos los actores. Sobre todo de Paca Gabaldón, para quien sólo tiene palabras de admiración. «Se transforma. Es un monstruo de la interpretación». El creador de este breve relato reconoce que le imponía ponerse delante de ella porque aún se considera un «novato».

La actriz catalana, pese a estar comprometida con la obra de teatro Testigo de cargo, acudió a su cita con el rodaje que le propuso el propio Capilla.

Después de rodar durante tres días intensos a principios de diciembre, Capilla comenta que espera que esté montado a lo largo del mes de enero. «La intención, a priori, es presentarlo en el Festival de Málaga e incluso, si es posible, en CineCiutat».

El primer asalto permite una doble lectura. Nunca hay que bajar la guardia. Ni con cáncer ni sobre el ring. Cualquier golpe puede ser decisivo. En el cuadrilátero o en la vida.