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«Ni es un libro turístico ni cultural; no habla de monumentos, ni es una guía al uso, habla de como yo siento Mallorca». De como la siente el periodista y escritor alemán Helge Sobik, especializado en viajes y autor de 26 libros, el último titulado Miró y el hombre de las mandarinas (Miró und der Mann mit der Mandarinenkiste), del que habló ayer con este diario.

Con un tono literario, Sobik, -que ha estado una quincena de veces en Mallorca y ha escrito numerosos reportajes en diarios y revistas de su país sobre esta tierra-, acaba de publicar su primer libro con Mallorca como protagonista, y lo ha hecho en el tono en el que le gusta contar acerca de los lugares que visita: «Para transmitir un sentimiento a través de las personas que viven en ellos», gentes muy distintas. Por ejemplo, en este caso, habló con el último cordelero que queda en Mallorca, con un mestre d’aixa, con el pintor danés Anders Nyberg, «que me llevó a su estudio de S’Horta y me presentó a sus amigos artistas, como Riera Ferrari y otro», y también con Pere A. Serra, presidente del Grup Serra. Fue precisamente de este encuentro, durante el que el coleccionista de arte le habló de Miró, «de cómo se conocieron» y «de que él le llevaba mandarinas de Sóller al artista», de donde salió el título del libro, y antes de un reportaje en la revista Vogue alemana.

A Sobik le gusta más la Mallorca de la temporada baja, «porque hay más tranquilidad» y mediante sus escritos, en los que recupera la memoria de «personas de la actualidad», cuenta al mundo que la isla es «más que sol y playa». Son artículos que ayudan a ofrecer «una imagen diferente incluso en aquellos que no viajan a Mallorca». A él le gusta esta tierra y ya está preparando otro libro porque ha recibido el encargo de investigar sobre las mujeres y hombres de letras que han pasado por aquí.