Autoridades locales, actores, directores y académicos, ayer, en Bellver.

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Las escaleras de acceso al Castell de Bellver estaban repletas de pétalos de rosa origen de una boda celebrada con anterioridad. Sirvieron también para recibir a los miembros de la Academia del Cine Europeo, a quienes se les presentó de forma oficial la candidatura de Ciutat como sede de los Premios de Cine Europeo (European Film Awards) en 2016. Si Marion Döring, presidenta de la academia, dijo el viernes que «estaba enamorada de Palma, pero no casada», ya dispone de un motivo más para decantarse por el matrimonio: tiene forma de castillo gótico y se llama Bellver.

Los académicos, que se reúnen tres veces al año en diversas «comunidades cinematográficas», desenfundaron sus móviles de última generación para grabar y fotografiar la fortaleza. Fueron llegando intermitentemente cineastas de la industria local como Marcos Cabotá, Toni Bestard o Nofre Moyà. Poco más tarde, María León, Benito Zambrano y parte del equipo de la película policíaca Grupo 7 .

El presidente de la Mallorca Film Commission, Pedro Barbadillo, aseveró que «en Mallorca había una especie de maldición que hacía que no pudiera tener un festival de cine como Málaga, San Sebastián o Valladolid. Esta semana es el germen de ese festival».

El alcalde de Palma, Mateo Isern, recordó «la estrecha vinculación de la Isla con el mundo del celuloide ya que antaño dio cobijo a estrellas como Errol Flynn, Michael Douglas o Fernando Trueba». Además, Isern también agradeció «la colaboración público-privada para celebrar un acontecimiento de primer nivel como el esta semana».

Por su parte, el Conseller del Govern, Antonio Gómez, argumentó que el hecho de que Ciutat sea la elegida, «puede ayudar a la promoción turística y a la reactivación económica».