La banda La Frontera, en una imagen promocional.

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El éxito es a veces caprichoso y la suerte puede ser esquiva. Que una banda como La Frontera no pueda comerse una parte del pastel -aunque sea una vela o el merengue- que tan ávidamente devoran otros puede verse como una injusticia. Y lo es. Porque llevan años en la brecha, porque sus canciones tienen gancho, por su honestidad sin fisuras... Y es que los de Javier Andreu cocinan con unos ingredientes que no sorprenden a nadie, pero que dejan muy buen sabor de boca. Actuarán esta noche en el Parc n'Hereveta, a las 23.00 horas.

Ya ha llovido desde aquella Rosa de los Viento s (1989) que sedujo por igual a prensa y público, rendidos ante la evidencia que postulaban unas composiciones equidistantes entre el romanticismo de Bob Dylan y el rock asilvestrado de Tom Waits. «Treinta años después sigo escuchando los mismos discos de siempre con una o dos excepciones», asegura Andreu. Acuden a Porreres en su punto óptimo de maduración, aunque alejados de los índices de popularidad de antaño, y lo hacen con nuevo álbum bajo el brazo, Rivas Creek (2011), un trabajo marcado «por mi nuevo interés por la poesía. Pienso que de un tiempo a esta parte me dejo llevar más por mis emociones y eso se refleja en las letras, que cada vez son más autobiográficas».

Los nuevos tiempos no han sido benévolos con una banda que, paradójicamente, siempre ha sido una afortunada bala perdida en el campo de batalla del rock, mostrándose como y cuando les ha dado la real gana, haciendo oídos sordos a cualquier tipo de apreciación ajena, ya sea crítica o comercial, lo único que me preocupa es no quedarme sin ideas, por eso llevo siempre un cuaderno encima». Le pregunto si el pasado es un lastre para esta época en la que podemos descargar canciones con un solo click, «de ese modo se le quita valor a la canción, si te cuesta trabajo comprar un disco se escucha con devoción».

La Frontera. Parc Municipal Sa Torre de Felanitx. A partir de las 23.00 horas.