Trabajadores del sector de las artes plásticas se manifestaron ayer ante el Museo Reina Sofía de Madrid. | Ballesteros

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El sector del arte se concentró ayer ante el Museo Reina Sofía de Madrid en rechazo al aumento del IVA del 8 al 21% y como protesta por la reducción del presupuesto a las instituciones culturales. Allí decidió que no participará en los actos organizados por el Ministerio de Cultura, según un manifiesto que leyó el pintor Juan Uslé. Este manifiesto fue apoyado por Arte_Madrid, Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, Mujeres en las Artes Visuales, Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales de España y el Instituto de Arte Contemporáneo.

El boicot responde a que consideran «imprescindible responder cuanto antes» a la medida gubernamental, que consideran que «afecta gravemente al ya frágil tejido cultural, que quedará herido de muerte».

Parece que la de ayer será una de las primeras manifestaciones contra las actuales medidas económicas. Trabajadores de las artes escénicas y el sector audiovisual anunciaron medidas «visibles» para luchar contra la subida del IVA en los espectáculos, que consideran en parte un «castigo» por el carácter crítico del mundo cultural.

«A la derecha no le gusta la cultura para todo el mundo», dijo ayer en una rueda de prensa Pedro Soto, secretario general de los Técnicos Audiovisuales y Cinematográficos del Estado Español (TACEE), una de las asociaciones integrantes de la plataforma de las artes escénicas y del sector audiovisual que agrupa a más de quince asociaciones de actores, directores y técnicos, entre otros. Desde la misma se hizo un llamamiento para conseguir una «única voz».

Una de las futuras actuaciones planteadas fue la posibilidad de que los artistas que resulten galardonados con los distintos Premios Nacionales que otorga el Ministerio de Cultura renuncien al mismo.

Por otra parte, los representantes de las industrias culturales catalanas se reunieron también ayer para hacer pública una declaración conjunta contra la subida del IVA en el sector y buscar estrategias comunes contra este incremento, que nos «aleja de la media europea». Se propuso «un modelo alternativo» al del Gobierno central que, «basado en la idea de la autofinanciación, permita a la cultura salir de los Presupuestos Generales del Estado». Se trata del «céntimo audiovisual», una tasa aplicada a los productos culturales que sea gestionada por una entidad autónoma y que revierta en el sector. «Este modelo nos permitiría proponer un intercambio al Gobierno, es decir, pedirle que volviera a bajar el IVA a cambio de autofinanciarnos».