TW
0

¿Quién no se ha sentido alguna vez como un ‘patito feo’? Ésta es la premisa del nuevo espectáculo de Rafel Brunet y la compañía Mallorca So, el musical El petit ànec lleig. Brunet, guionista y director de exitosos montajes para todos los públicos como La Bella i la Bèstia o Alícia en el país de les meravelles, sube ahora a escena una nueva visión del clásico que todos conocemos, «más divertida y educativa», pero también con «una crítica a la actual sociedad, donde la imagen parece que es lo más importante», explica. Este montaje familiar se estrena hoy, a las 19.00 horas, en el Teatre de Capdepera.

El propio Brunet reconoce que él mismo se sintió como un ‘patito feo’ en su infancia. «Lo de mis dientes fue terrible, salieron tarde y fatal y me llamaban tiburón», bromea el director de la obra. Por ello, «tenía ganas de hacer esta obra, porque al final, como todos saben, el pato feo se convierte en un cisne», adelanta el director y guionista.

Adaptación

Para la adaptación del musical se han hecho algunas variaciones respecto al título original. «Aquí, nos remontamos a la historia de la madre del ‘patito feo’, cómo encontró el huevo del que saldrá el protagonista. Viajamos al origen para entender mejor al personaje principal», a quien da vida Emmanuel Danet, quien, junto a Rosa Gener y Mónica Moreno conforman el elenco de la obra. De esta forma, se meten en la piel de cerca de una decena de personajes, entre ellos, las gallinas, un ‘cerdito’, las patitas fashion, el pavo real, las mariposas o a las ratas, las «antagonistas» del ‘patito feo’.

El vestuario de El petit ànec lleig es obra del diseñador Val Zamora, un habitual de Brunet y ganador del Premi Escènica 2011 por Alicia en el país de les meravelles. En esta ocasión, los diseños son «muy vistosos, coloridos y alegres. Es una parte importante de la obra», apunta Brunet. En cuanto a la partitura del montaje, ésta corre a cargo de Jaume Carreras, quien ha compuesto nueve temas que «se van sucediendo junto con los diálogos, no nos paramos a cantar, todo va hilado», concluye.