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Una cincuentena de profesionales de la escena se dio cita ayer en s’Escorxador de Palma para la entrega de premios de la Associació d’Actors i Actrius Professionals de les Illes Balears (AAAPIB). Presentados por Llorenç Cloquell, los anteriormente llamados premios Jekyll i Hyde, han cambiado de filosofía y ahora reconocen el trabajo de los artistas de las Illes Balears.

La velada comenzó con el humor de Cloquell, que en su primer año de presentador se alejó de su ámbito natural, la magia. Bromeó con «los buenos tiempos, los de abundancia», despertando carcajadas y aplausos entre los asistentes. Riendo con la política, Cloquell exhibió las estatuillas, creadas por Xisco Perelló, que están «hechas a partir de un bloque de ladrillo, ya que parece ser que durante mucho tiempo se consideró que hacer cultura era construir edificios».

Tras unos minutos, dio paso a Rodo Gener, presidente de la AAAPIB, quien enfatizó la necesidad de «unirse en estos tiempos de bajón y subirse la moral con unos premios. El bajón no es por la ausencia de subvenciones, sino por los políticos. Es importante que nos impliquemos todos y si hemos retrocedido culturalmente 20 años, haremos la cultura de hace 20 años: crítica y reivindicativa».

Tras el discurso de Gener, el coro de la AAAPIB, integrado por 14 miembros, cantó diversas piezas, todas ellas dirigidas por Pablo López. Después se procedió a la cena, tras la cual estaba prevista la votación de los nominados a los seis premios: mejor espectáculo, mejor actor, mejor actriz, mejor texto dramático, mejor micropieza y mejor dirección.

La gran protagonista de la velada fue Laura Pons, quien recibió el premio honorífico por «una vida dedicada a la interpretación», según palabras de Gener. El director Pitus Fernández fue el encargado de entregar el galardón.
El evento continuó tras el cierre de este diario.