La actriz Assun Planas, ayer en Palma.

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Una mujer que se pone delante de la televisión para hipnotizarse y así no tener que pensar ni sentir. Esta es la sinopsis de La dona que mirava la tele , un soliloquio interpretado por la actriz Assun Planas en el que se «critica la pérdida de valores» de la sociedad actual. Se podrá ver mañana en Palma, en el Teatre Principal, a las 21.00 horas.

La obra, dramaturgia basada en un poema de Dolors Miquel y dirigida por Araceli Bruch i Pla, se presentó en la Fira de Teatre de Manacor el pasado mes de octubre y, desde entonces, la ha representado en diversos teatros de Barcelona.

«Es un diálogo con el público», explica Planas. «Algo arriesgado, ya que estás sola y tienes que retroalimentarte». Tras su paso por escenarios como el del Teatre Circol Maldà, la obra se ha hecho «más cercana».

La protagonista mantiene un soliloquio con la soprano María Callas, «la más grande», califica Planas. «Ella era arte como yo lo entiendo, con vitalidad y genio». Como Callas, el personaje ha sufrido una pérdida y «ya no tiene ganas de vivir», pasa todo el día delante del televisor.

«El texto es un poco atípico por el género», explica la actriz. «Esa es una de las cosas que me atrajo, la prosa poética, que resulta ser un cóctel denso que mezcla lo profundo con personajes televisivos superfluos. Paradójicamente vivo sin tele y paso mucha vergüenza viendo algunos reality shows» .

Actualmente, Assun Planas dedica gran parte de su tiempo a terminar un trabajo de investigación sobre la comedia del arte. «Estudio lo que aporta esta asignatura, que no imparte la escuela de Palma, en la formación del actor. También daré clases en el Institut del Teatre de Barcelona, y después, en julio, espero encontrar una gira con La dona que mirava la tele por Mallorca. Pero, según como esté el panorama cultural no descarto ir al extranjero».

Este panorama cultural «preocupa» a la actriz por los problemas que sufre la cultura española debido a los recortes. En el ámbito local, manifestó su «descontento» ante la posibilidad de que desaparezca la Orquestra Simfònica y lamentó que pudiera hacerlo «sin que la gente salga a la calle a reclamar que no nos quiten la música, alimento del alma. La música es necesaria para la felicidad y para vivir».

La dona que mirava la tele. Mañana, en el Teatre Principal de Palma a las 21.00 horas.