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Treinta y siete años después de su inauguración, el Museu de Pollença contará con un plan director, un documento obligatorio según la ley, pero del que, como la mayoría de museos de Balears, carecía hasta ahora y que marcará los ejes básicos de conservación y divulgación de su amplio fondo museológico.

En 2012, el Ajuntament de Pollença prevé invertir entre 6.000 y 8.000 euros en la redacción del plan director. Iniciará la restauración de algunas de las obras que el museo contiene, priorizando la colección de retablos góticos y prevé, además, una partida adicional de 50.000 euros del área de Urbanisme para acondicionar una segunda ala del edificio (ahora accesible desde la residencia de ancianos municipal) para poder ampliar la zona de exposición cuando la situación económica lo permita.

El Museu de Pollença está ubicado en el antiguo convento de Sant Domingo construido entre 1588 y 1866. Nació oficialmente en 1975 y mostraba en sus salas las obras ganadoras del Salón Estival de Pintura (germen del Certamen Internacional d'Arts Plàstiques) además de un importante conjunto de arte gótico.

Fondos

Desde entonces hasta ahora, los fondos han ido aumentando, incorporando piezas de carácter arqueológico, un mandala budista y la colección Atilio Boveri, además de distintas obras adquiridas en el Certamen Internacional de Artes Plásticas desde su creación hasta el momento actual. Buena parte de estas piezas no están expuestas al público ni tan siquiera inventariadas.

«Queda mucho trabajo por hacer», explica la regidora de Cultura, Malena Estrany. «Comenzamos a trabajar en la conservación de todo lo que hay en el almacén y en un inventario que formará parte de la base de datos en red del Consell de Mallorca Museum Plus», dice la regidora, quien explica que entre las prioridades en materia de conservación para este año está la restauración de la colección de retablos góticos y de los cuadros de hijos ilustres y adoptivos del municipio, que también forman parte del fondo del museo aunque se exhibían tradicionalmente en la sala de plenos municipal.
La colección de retratos de hijos ilustres y adoptivos se compone de 31 obras de diferentes autores y épocas de las que 11 ya han sido restauradas en 2011 y volverán esta semana a la sala de plenos, donde se expondrán ahora con un criterio cronológico.

La colección de retratos de hijos ilustres había sido trasladada de la sala de plenos municipal al Casal de Can Llobera, durante las obras de rehabilitación del Ajuntament iniciadas en 2009. Durante su estancia temporal en Can Llobera habían sufrido daños debido a los problemas de filtraciones de agua que padece dicho edificio, lo que ha obligado a una intervención urgente para frenar el deterioro.
«A pesar de la crisis pensamos que es el momento de invertir en un plan director, en cuestiones como la catalogación y la conservación, quizá son cosas que no lucen de cara a la galería, pero son necesarias», dice Estrany.