Bisbal se rodeó de una escenografía elegante a base de lámparas y candelabros. | Pere Bota

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Con las entradas agotadas, David Bisbal actuó ayer en el Auditòrium de Palma ante un público fiel y entregado entre el que figuraban el tenista Rafael Nadal, el portero del Mallorca Dudu Aouate o la humorista y actriz Marga Bonnín. De hecho, ya hacía días que de las taquillas del Auditòrium pendía el cartel de ‘no hay entradas', así que la noche se presentaba de triunfo para el almeriense, que actuaba en Ciutat una semana después de hacerlo Chenoa, también ante muchos fans.

El Bisbal más acústico salió a cantar a un escenario decorado con varias lámparas de cristal y varios candelabros de pie, que ofrecían ese ambiente íntimo de la gira, y, cinco minutos sobre la hora prevista, el espectáculo arrancó con un solo de guitarra y el artista sentado en un taburete cantando Almería. Bisbal vestía traje negro y camisa blanca.

Tras este primer tema llegaron los saludos al público con un «Bona nit, Palma» y unas palabras para poner s sus fans en situación sobre lo que les deparaba la noche, un repaso por sus canciones más conocidas y también por algún clásico ajeno de la música latina. Después, el segundo corte, El ruido, al que le siguió el popular Muñequita linda, de la mexicana María Grever, una canción vampirizada por multitud de autores, incluido Nat King Cole.

El quinto corte de la velada fue Esta ausencia, que interpretó con unos arreglos que recordaron a la chanson francesa de Serge Gaingsbourg o Charles Trenet, pero en clave latina.

Con el público aún un poco apagado, llegó el sexto corte, En un rincón del alma, de Alberto Cortez. Al cierre de esta edición, Bisbal aún no había atacado su repertorio más conocido y bailón, por lo que sus seguidores aún no habían comenzado a vibrar en las butacas, aunque sí a escucharle puestos en pie.

Ayer Bisbal recibió a un chico con Síndrome de Down, que es un gran fan de su música, durante la prueba de sonido, y durante los bises, el cantante cedió el micrófono a otro fan, Xisco, que ante todo el público pidió la mano a su novia. Fue la sopresa de la noche para ella y los presentes.