Juan Giménez, al frente de la Banda Municipal de Palma. | Nuria Rincón

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Pasodobles, sinfonías, musicales,... fueron los ritmos que protagonizaron ayer el tradicional encuentro de bandas de música de Palma en el Auditòrium para honrar a Santa Cecilia, patrona de los músicos. Música contemporánea y, sobre todo, «música escrita para bandas» se pudieron escuchar en este acto, «muy bonito y especial porque nos juntamos todos; es el día que más público tenemos y lo preparamos a conciencia», explicó Fernando Gil, director de s'Almudaina. También participaron las bandas de Camp Redó, Son Rapinya, Jovent, Nostra Terra y la Banda Municipal de Palma.

El recital, arropado por numeroso público, mostró «la mejoría de nivel» de las formaciones, celebró el director de la Banda Municipal de Palma, Juan Giménez, quien describió este concierto «como una gran fiesta». El acto arrancó con la Banda de Música del Camp Redó, dirigida por Vicente Bono, que introdujo un pasodoble, escrito y dedicado a su mujer; además de To fly without wings, de Curnow. También con un pasodoble abrió su actuación la Banda de Música Jovent, que siguió con una selección de zarzuelas de Serrano. La innovación la puso la Banda de Nostra Terra con la participación como solista de la cantante Pilar Azorín en los musicales Killing me softly y Final Cuntdown. La de Son Rapinya subió al escenario A Festival Prelude y Highlights from Chees; y la de S'Almudaina el pasodoble Segrelles y Ross Roy, una «obra sencilla pero que suena espectacular». Concluyó el concierto, al que asistió el regidor de Cultura, Fernando Gilet, la Banda Municipal de Palma, que escogió Sabic Symphonic March, «una pieza brillante y muy viva», y dos temas de la Sinfonía 1 de Johan de Meij, inspirados en la novela de El señor de los anillos.