Imagen promocional de Hyde XXI, que debuta con el disco 'Experimentar de pie'.

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De las cenizas de Mr. Hyde, banda mallorquina de metal con una década de recorrido, surge Hyde XXI. «Se trata de una evolución artístico-conceptual de parte de los antiguos miembros de Mr. Hyde, en la que heredamos la experiencia y añadimos nuevos instrumentos, matices y soluciones originales a las composiciones», desvela Tomeu Crespí, miembro del quinteto.

Si lo que buscan es música balsámica para corazones rotos, éste no es su grupo. Estos chicos practican una aleación de estilos que hurga en el metal, el rock y el progresivo para delinear un abc musical tan contundente como inconformista, argumentos de peso con los que esculpen su primer álbum de estudio, Experimentar de pie (2011), una más que correcta colección de canciones con impresionante fertilidad melódica y la omnipresencia de unas guitarras superdotadas. «Entendimos que debíamos abrir nuestra música, aparcar la vieja escuela de metal y experimentar con ecualizaciones novedosas, platos de percusión con efectos, etc», explica. Como resultado, un debut que supera el corte con una desenvoltura sorprendente, alternando estilos con un buen equilibrio entre crudeza y nitidez, sonando compactos y contagiando entusiasmo. No van a cambiar la vida de nadie, pero la harán más divertida.

Hyde XXI engrosan las filas de una escena que, pese a despuntar por su enorme calidad, no ha logrado hacerse eco en el resto del país. «Nuestras bandas no tienen nada que envidiar a las del resto de comunidades autónomas, existe una oferta de calidad pero poco compromiso y difusión por parte de los sectores públicos y privados. La fama en Balears cuesta más de lo normal», apuntilla.