Imagen de archivo del claustro de Can Conrado. | Redacción Cultura

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El Departamento de Patrimoni Històric del Consell se mantendrá muy atento a la decisión que, la próxima semana, se vaya a tomar en el Juzgado de Primera Instancia número 10 sobre el reparto de los Bienes Catalogados (BC) de Can Conrado o antiguo convento de los Mínimos (Santa Maria), según lo acordado por la jueza Maria Isabel del Valle.

Así lo explicó ayer Gari Duran, directora insular de Cultura i Patrimoni, quien recordó que en un informe enviado a la jueza, y firmado por Joan Rotger, vicepresidente de Cultura y Patrimoni de la administración insular, «se valoraba muy negativamente la segregación de dichos bienes». Sin embargo, según ha podido saber este diario, la jueza no ha tenido en consideración dicho escrito, ya que ha fijado la repartición de los bienes para el próximo 12 de julio.

Desde Patrimoni se recuerda que «las colecciones no se pueden disgregar» y que «disgregándolos [los bienes catalogados] pierden su sentido», así como que el valor de estos bienes radica en la unión. Además, se tiene que notificar al Consell cualquier acción que se vaya a producir sobre los mismos, como el cambio de ubicación o de propiedad.

En estos momentos existe un contencioso sobre dichos bienes entre José Francisco Conrado de Villalonga, propietario del edificio, que es Bien de Interés Catalogado (BIC), y que se adjudicó en una subasta, y su sobrino José Luis Conrado de Villalonga.

La catalogación de estos bienes muebles como BC, lo que implica protección patrimonial, tuvo lugar en dos tandas. Por un lado destacan el archivo documental de la familia Conrado, que se inicia a partir de 1365; la colección de arqueología y otras rarezas, así como la de cuadros religiosos y sobre la historia del convento. Por otro, también se catalogaron otra serie de elementos de mobiliario.